La noche ha empezado con Candelas, Fernando y Pablo en el apartamento esperando el nombre del repescado. Sin embargo, para Candelas la noche ha acabado antes. Jorge Javier Vázquez le ha anunciado que no es la elegida por la audiencia y, con el ramo de novia de su hermana (ya que no pudo asistir al enlace), ha abandonado la casa con mucha entereza.
Tocaba el turno de los alegatos y no iban a hacerlos Fernando y Pablo. Ambos han elegido a los concursantes que iban a hacerlos por ellos y, claro, Pablo ha elegido a Bárbara, y Fernando a Clara.
La concursante ha estado muy tocada pero en el momento en que Fernando ha entrado en la sala de expulsión, la cara de Clara se ha llenado de felicidad y se ha olvidado de todo. Clara ha saltado a los brazos de su amigo y, tras un montón de besos y achuchones, le ha reprochado el tartazo que le dio en la cara la noche de Halloween.
No podía estar más contenta y ha aceptado encantada hacer el alegato de defensa de su mejor amigo en Guadalix: “Es una persona alegre, positiva, buen amigo, humilde, le gustan mucho los retos, me lo quitaron injustamente, tiene temas pendientes con una persona que se va cargando a las personas injustamente y me tiene que ayudar a mí”.
Bárbara: “Pablo se tiene que quedar”
Bárbara también se ha entusiasmado y ha roto a llorar de alegría al reencontrarse con su amigo Pablo en la sala de expulsión. La concursante no podía creer que Pablo tuviera la oportunidad de regresar a la casa, no ha parado de abrazarle y de decirle lo muchísimo que le había echado de menos. El Súper le ha comunicado a que tenía que hacer el alegato de defensa de Pablo y ella ha suplicado a la audiencia que le dieran una nueva oportunidad: “Pablo es una persona que debería quedarse porque ha ido siempre de cara, nunca ha dicho una opinión contraria a lo que pensaba, es una persona justa, amiga de sus amigos, a mí me ha defendido en innumerables ocasiones, es muy, muy leal y fiel a sus principios y sus valores. Pablo se tiene que quedar”.
Pero solo podía quedarse uno y la audiencia, a través de sus votos en la app, ha tomado una decisión: Fernando es el repescado y, entre saltos y gritos, ha vuelto a su lugar en Guadalix de la Sierra.