Pablo ha tenido que contener las lágrimas para despedirse de Bárbara y Candelas, pero ha demostrado que no es un hombre rencoroso al desearle a Miguel lo mejor y dejarle claro que para él sus diferencias ya estaban olvidadas. Con mucho humor, Pablo ha continuado despidiéndose de todos sus compañeros y se ha encontrado con mucho cariño por parte de ellos.