Meritxell se ha propuesto como reto olvidar a Alain, pero es incapaz. "Me encantaría irnos los dos a París. No puedo evitar que cada día me guste más. ¿Qué hago para quitarlo de la cabeza? Es imposible. Es un reto y siempre fracaso porque no puedo", ha declarado en el confesionario. Aunque el francés marque distancia, ella sigue intentando por todos los medios estar en su cama o abrazada a él.