Azahara no está pasando por su mejor momento dentro de la casa de Guadalix de la Sierra, y es que parece que la malagueña está preocupada por lo que su chico pueda estar pensando al verla pasar tanto tiempo junto a Juanma. El primo, que no soporta verla triste, ha tratado de hacerle sonreír con piropos ocurrentes y caricias nocturnas.