Tras la salida de Loli, Alejandra se ha lanzado a la conquista de la cocina y ya tiene la sartén por el mango. Pero Hugo hace caso omiso a las órdenes de la prima, y recibe críticas de parte de la casa. Hugo cree que el cambio de actitud de Alejandra, que antes se mostraba más cariñosa, se debe a las nominaciones a la cara.