Quizá sea por el paso de los días o por los celos que Noemí podría haber sentido viendo cómo Alessandro bailaba muy pegado a Mary Joy, pero lo cierto es que el número de momentos entre ellos ha aumentado. Juan también lo percibía: "Noe, que te he visto, has transmitido un mensaje subliminal a Ale", decía entre risas, "en código petaca", apostillaba el italiano.
Poco después veíamos de nuevo a Noemí y NoemíAlessandro y, esta vez, ella hacía cábalas buscando un ángulo muerto de las cámaras de Guadalix de la Sierra: "Antes busqué una pero estaba mirando y sé por un poquito, creo que sí lo capta. O también pensé: hay un hueco en el baño", "Basta", decía Alessandro que se escondía bajo el edredón.
También hubo abrazos en el patio con alguna que otra risa y, por fin, volvieron a la habitación ya con las luces apagadas: "¿No me va a tocar hoy tampoco?", pregunta ella pero solo obtenía un gesto por respuesta y continuaba: "Hazme un apaño o algo... yo que sé...".
Lo cierto es que la siguiente siesta de Alessandro y Noemí fue algo diferente. Mary Joy, que dormía en la misma habitación, se levantó como accionada por un resorte escuchando lo que sus compañeros de concurso podrían estar haciendo bajo las sábanas. "¿Cuál es el mejor momento del día? El de después de la siesta sí", decía entre risas.
Cómo no, esta escena tuvo sus consecuencias. Más tarde Mary Joy decía al italiano: "pues que sepas que ya veremos, que nunca te voy a dar mis sobras". Alessandro comentaba con Noemí que había visto una actitud rara en Sindia y Mary y ella coincidía: "A lo mejor a la niña le va a molestar ¿Sabes que me refiero? Esto ahora no tendría que estar pasando".
Noemí parecía preocupada y comentaba con Ari que no sabía qué pensaría Mary Joy ¿Habrá un enfrentamiento?