Gala 18: ¿Dónde está la bolita?
telecinco.es
04/05/201209:36 h.Reflexiones al azar sobre las numerosas intervenciones de los exconcursantes:
Ninguna.
Cuando mi Señor Padre me enseñó a pelear de pequeño, me desveló el secreto de una técnica infalible según la cual fingías lanzar un puñetazo a la mandíbula cuando en realidad lanzabas una patada devastadora a la bolsa escrotal de tu archienemigo.
Bueno, infalible... en teoría.
El truco está en distraer. Parece que va a pasar una cosa, pero pasa otra.
Todo sucede porque Alessandro ha pedido a la Boca de los Deseos que una muchacha que esté para untarla Tulipán les dé un masaje a los zagales, pero que el payaso enano zombi les dé un masaje a las pardalas.
¿Sabéis lo que hemos hecho? Hemos hecho lo contrario. Le hemos dado la vuelta, explica MM a los exconcursantes.
Reflexiones al azar sobre las intervenciones de los exconcursantes:
Todavía nada.
Val Kilmer se sube a un tren y llega a una estación ocupada por los nazis. Plano interior de Val Kilmer mirando la estación por la ventana del vagón. La oficina, el andén, un par de nazis haciendo guardia. Dos o tres pasajeros esperando en un banco.
Es más o menos así, no tengo tiempo ahora para poner el DVD, pero si no habéis visto 'Top Secret', ya estáis tardando.
El caso es que suena el silbato y vemos a Val Kilmer mirando por la ventana como el tren arranca y deja atrás la estación. Pero no. Un corte rápido al exterior muestra que es la estación la que se aleja. El tren está quieto.
Te da la risa.
Parece que pasa una cosa, pero está pasando otra distinta.
Consideraciones inopinadas sobre el concepto 12+1, dale la vuelta:
¿Por qué hay que darle la vuelta?
Porque es la edición número 13.
Bien pensao.
Total, que un muchacho, que daban ganas de ponerle un yogur con bifidus en la mano y sacarle una foto, ha dado un masaje a las pardalas. Y una muchacha, que estaba para ponerla en una vitrina, fingía dar el masaje a los zagales, pero, en realidad, el masaje lo daba el enano payaso zombi.
Parece una cosa, pero luego es otra.
Como el tipo que marea una bolita entre tres cubiletes.
Es imposible contar algo en condiciones si no parece que pasa una cosa pero luego pasa otra. Más que nada porque si todo el rato pasa lo que crees que va a pasar te aburres más que chupando un clavo. Así que, como siempre, la primera parte de la gala ha sido un collage de resúmenes, esta vez entrelazados con la distracción del masaje, porque las tramas no alcanzan para generar interés por sí mismas. O están estancadas (Hugo y Maria, Pepe y Pipi), o no son importantes (Dani echa de menos a Ariadna, una cama que trae mala suerte), o ni siquiera suceden dentro de la casa, de manera que Ariadna, exconcursante, cuenta por qué está emputada con Pepe.
Reflexiones al azar sobre las intervenciones de los exconcursantes:
Lo que pasa es que lo que digan o hagan los concursantes cuando ya no son concursantes, no me interesa.
¿Es que no ves El Debate? se preguntará el amigo lector.
Para escuchar a gente gritando, me pongo un disco de Iron Maiden.
Dicho sea con ánimo constructivo, ni que decir tiene.
Después han resumido las reacciones de los concursantes al ver los vídeos de presentación. Ascopena cuando veían los propios, cachondeo cuando veían los ajenos. Sin embargo, han conseguido revolver a más de un concursante. Cuando la semana pasada decía que esperaba con ganas las novedades, me refería más a este tipo de jugada, que a la jugada del masaje que luego no es un masaje, o a la jugada de que parezca que estás nominando, cuando en realidad estás presentando candidatos para la final.
Consideraciones inopinadas sobre el concepto 12+1, dale la vuelta:
¿Hacia dónde le damos la vuelta?
Hacia lo inesperado.
¿Por qué?
Porque es la edición número 13.
Me quedo más tranquilo.
Bien, después de que la estación se pierda de vista, el tren arranca y la peli sigue con el viaje de Val Kilmer hacia Alemania. Porque Val Kilmer está en el tren por algo. La estación ha hecho sus cosas de distraer, pero lo importante es lo que pasa en el tren.
Finges el puñetazo, pero lo importante es la patada.
La bolita no está en el cubilete que crees, pero está en alguno de los otros dos.
O te la están liando y no tienes más remedio que fingir que lanzas un puñetazo, cuando, en realidad, tiras una patada a la huevada del tahúr enemigo.
Masajes que no son masajes, nominaciones colectivas mascando a dos carrillos, que luego no son nominaciones, concursantes que parecerán expulsados, pero que serán finalistas con entrevista y vídeos y todo.
El problema, yo creo, es que todo es distracción, pero el tren está quieto.
En el tren no pasa nada y algo tendrán que hacer para que arranque.
La libreta del exminutante.
-Reflexiones al azar sobre las intervenciones de los exconcursantes:
En alguna otra crónica intentaba explicar por qué los motivos por los que un personaje hace lo que hace dejan de tener importancia una vez vemos lo que hace. Además, los motivos (lo que mueve a hacer) dejan de ser motivos una vez hecha la cosa. Hecha la cosa, los motivos se convierten en justificaciones.
En el mejor de los casos, las justificaciones son atenuantes. En el peor de los casos, son trolas.
-Alessandro habla bien de Cristian y a Pepe no le gusta porque Cristian entró "como el Ratoncito Pérez", con regalos para todos. MM recuerda cuando se te caía un diente te dejaba una peseta. Exagera, es imposible. Cuando el Ratoncito Pérez traía una peseta Asia y África todavía eran el mismo continente.
-¿Os han hecho gracia los masajes zombis? A mí no.