Parece ser que a Noemí le ha dado un ataque de ansiedad y tiene una baja médica demostrativa. O eso se dice. Sea lo que sea, no es bonito.
En cualquier caso, MM aclara que Noemí tiene abiertas líneas telefónicas especiales, no vaya a ser que Noemí quiera aclarar si la parte contratante de la primera parte será efectivamente considerada como la parte contratante de la primera parte, y resulta que llama y comunica.
Coges las imágenes de la prueba semanal y las montas con un reguetón promocional para que parezca algo. La nueva entrega de la bronca de Pepe y Pipi la montas con la banda sonora de cuando la joven se despierta a las tres de la mañana y baja en bragas y a oscuras a por un vaso de agua a la nevera, y abre la nevera y la nevera tiene una bombilla de 500 vatios que ilumina la cocina entera. La pardala escucha un ruido a su espalda. Cree que es el tipo del hacha.
Pero no. Sólo es el gato. El foco de la nevera le sirve para servirse el vaso de leche. Cierra la nevera.
Susto.
Comprimes todas las bromas de los últimos días y las montas con la banda sonora del Gordo y el Flaco. Barajas todas las imágenes de Hugo y María tocando pelo, con todas las imágenes de Hugo y María diciéndose cosas tipo: no, cariño, cuelga tú. Montas el resultante a cámara lenta y con la banda sonora de cualquier cosa de Meg Ryan.
Y cuando te quieres dar cuenta, llevamos hora y media. ¿Y qué ha pasado?
Poco.
Alessandro, que recuerda los vídeos de Noemí y le entra regomello. Piensa que los espectadores pensamos que se le ha quedado cara de tonto. No obstante, en el confesionario asegura que no se arrepiente, que si volviese atrás haría lo mismo. En este punto, coincide con Noemí, que afirmó al salir de la casa que no se arrepentía de nada, porque hay formas de vida que, por muy evidente que resulte que algo ha sido un error, insisten en repetir. Con lo saludable que es arrepentirse, y lo inquietante que es no hacerlo.
Lo demás, Dani incordiando a Hugo. Dani incordiando a María. Dani incordiando a Pepe. Dani incordiando a un caracol. Dani sepultado en un albornoz verde, bailando con una descoordinación incomprensible. Dani coge la vocal de la última palabra que pronuncia y la utiliza para reírse en modo aspersor:
"¡Un saludo a mi club de fans! ¡ajá-ajá-ajá-ajá!".
"¡Ay, mi Pepe! ¡ejé-ejé-ejé-ejé!".
"¡Duele un huevo! ¡ojó-ojó-ojó-ojó!".
Y así sucesivamente.
Dani ha pasado a la final. Se agradece. Digo se agradece porque veo el programa desde mi casa, que si estuviese dentro, estaría golpeándome la cabeza repetidamente con la puerta metálica del confesionario, o en Narnia, con Noemí.
Cuando se te ha pasado el susto, y has visto al gato huir cobardemente por la puerta de la cocina, y resoplas viendo que la muchacha regresa a su habitación -el tanga contrastando con el inocente vaso de leche- aparece el tipo del hacha de detrás de la cortina.
Después, opiniones sobre Noemí.
¿Sobreingestión de Porunoidomentrazepam 50 mg.? se pregunta la espectadora hipotética, con el colmillo brillante.
Al contrario.
Por lo demás, los exconcursantes opinan cosas al respecto.
Al final, siempre tiene que haber un tipo con un hacha por alguna parte. No pueden ser todo animales haciendo ruidos, o ramas golpeando en los cristales. Un buen tipo con un hacha sería que Hugo eligiese a Noemí. Que Noemí y Alessandro se reencontrasen. Es el único probable. Veo tan difícil que Pepe y Pipi se líen como que se emputen olímpicamente. Quizá que Hugo y Dani se retiren la palabra.
No sé, pero algo nos sigue haciendo falta.
La entrevista.
La entrevista ha estado dividida en dos brotes. MM entra en brote primero, y Dani entra en brote después. Entre medias, videoclips.
Ambos brotes incomprensibles. Primero Dani cuenta que se acercó a la cama de Hugo y María, que estaban en pleno orégano, por lo visto, y al apoyarse en la cama, resultó que estaba mojada.
-¡Qué asco! ¡ojó-ojó-ojó-ojó!
A MM también le da asco, y entra en brote.
Acto seguido, Dani cuenta cómo depiló las cejas a Sindia con un cortaúñas. Dice:
-¡Le dije que había estado depilando cejas en un Marco Aldany! ¡ijí-ijí-ijí-ijí!
MM entra en brote y apoya la frente en la mesa. Dani dice:
-¡Y se lo creyó! ¡ojó-ojó-ojó-ojó!
MM acusa el golpe. Se levanta del taburete y deambula desorientada por la pecera. Dice:
-¡Y cuando le teñiste el pelo? ¡Que le dijisteis que lo mismo se había hecho Sara Carbonero!
-¡Se lo dije yo! ¡ojó-ojó-ojó-ojó!
Dani también.
A veces la realidad parece un concierto de Milli Vanilli.
Justo antes de que se desorinen en directo, MM tiene que desvelar el engaño. Nada más anunciar que Dani es finalista, el zagal roza el brote, pero cuando levantan la cortina, se le pela el cable. Salta, corre en círculos, se tira del pelo, agita los puños. Profiere gemidos guturales inarticulados.
Mientras, MM, agotada sin duda por su propio brote, apoya la espalda en la pared y se escurre hacia el suelo.
Las dos cosas que había que esperar hoy eran el segundo finalista, Dani, y su acompañante, AriadnaLa gala la sacan dos brotes, igual que el lunes la sacó un careo. Pero lo que seguimos esperando un tipo con un hacha.
Andad por lo segao.