Gala 14: El Share
telecinco.es
13/04/201216:26 h.Escuchando a la madre de Sindia, a la madre de Sergio y al propio Sergio decir cosas en público con unas formas que no convienen ni en privado, tengo la sensación de que la cita romana se ha dado vuelta como un calcetín. Ahora lo que mola es comportarse en público como lo harías en privado.
Ale, voy a cambiarme el estado en el caralibro y a comentarlo en twister.
Enseguida vuelvo.
Bien, ya me encuentro mucho mejor, a pesar de que he sido incapaz de encontrar un hilo conductor en la gala, dividida en cuatro partes tan claras como inconexas. Cuando una narración no tiene hilo conductor, la forma habitual de encontrarle el sentido es buscar el factor común entre las partes.
Hay que intentarlo.
La primera parte, con más chicha que las demás, ha empezado por el tiroteo familiar en la plaza pública y ha seguido por el machismo, tema de moda.
Y todo mientras Fael andaba por allí.
¿Qué hacía Fael por allí?
Buena pregunta.
Otra buena pregunta sería: ¿Por qué entró Sergio y no otro novio, el de Ochoa, por ejemplo? O: ¿Por qué entró Paolo y no algún amigo de Marta con derecho a utilizar las instalaciones? O: ¿Por qué, en el último momento, readmitieron dos concursantes en vez de uno?
Alguien dirá: porque hay que revitalizar el formato, o porque Fael es el ganador de GH Brasil, o porque Sergio estaba sufriendo como un energúmeno.
Etc.
No te líes: es por la audiencia.
A estas alturas ya habréis descubierto que la crónica ha desaparecido y que ahora vuelve a aparecer, así que no tiene mucho sentido andarse disimulando: vuelve a aparecer porque mi jefa (y no obstante, amiga personal) me pide que aclare que (y cito textualmente) que “algunas de mis afirmaciones son opiniones personales y no verdades universales”.
Ahora los cambios (escribo "cambios", no "rectificaciones"): personalmente, y hablando única y exclusivamente en mi nombre, no me gusta que dé la sensación de que las decisiones del programa se tomen en función de la audiencia porque aumenta la presión sobre unos concursantes y no sobre otros, pero no de manera espontánea, a resultas de la convivencia. Ni siquiera de forma arbitraria.
¿Me parece indebido? ¿Desigual? ¿Conducente?
Mejor piénsalo tú solo.
Por ejemplo: ¿Entra Fael sólo para ver a Noemí, o entra porque echar un partido de futbolín es más divertido que jugar al escondite con Stevie Wonder? O: ¿Entra Sergio para que no sufra o para darle palos al avispero?
Sin embargo, se tomen por el motivo que se tomen, estas decisiones nos han proporcionado momentos impagables, como la Realidad Absoluta de Noemí al reencontrarse con Paolo, o la propia reacción de Noemí al encontrarse con Fael en presencia de Alessandro.
En total, que no sé si me parece bien o mal. Entiendo que se alimenten los conflictos de la casa, aunque no sé si me parece bien cómo se alimentan. Lo que no me sienta bien de ninguna manera, es que los motivos se mal disimulen con partidos de futbolín.
Bien, ya sólo me queda otro cambio y una entrada en la libreta del exminutante.
Sigamos.
Fael debió de ser boyscout de pequeño. Que sea veterinario y su pelo plastificado, a lo Ken, lo sugieren, pero su naturaleza ignífuga y sinsorga le delata. Quizá su presencia etérea ha desatado cierto fervor erótico-religioso entre los presentes, que han proferido afirmaciones preocupantes sin ponerse ni coloraos.
No deja de resultar paradójico que uno pueda decir tranquilamente, en voz alta, que meter en el sombrero un cartón con un calendario por un lado y una foto de una estatua de una virgen por el otro, te mantiene limpios los pensamientos, pero si dices que una pinza de la ropa te da suerte, o que venimos de unos extraterrestres que se cruzaron con el mono, (o que el Gran Elefante Rosa creo el mundo soplando por su trompa mágica), parece que se te ha pelao un cable.
O se te ha pelao en todos los casos, o en ninguno, hombre ya.
Me inclino por la primera opción, sobretodo después de escuchar barbaridades por televisión a un... no recuerdo... a un obispo, o un arzobispo o un cardenal, en fin, a un directivo (todos hombres, como en los consejos de administración, conste).
Dicho sea sin venir a cuento.
Hugo intentando darle un empujón a María monopolizó la segunda parte de la gala, pero no he visto nada que no hubiésemos visto entre semana. Supongo que está pasando lo que la mayoría imaginábamos que iba a pasar. Y los que no lo imaginabais, es porque no habéis visto a María en persona, porque si la veis, queridos, os entran ganas de echarle purpurina.
Emparedado entre el partido de futbolín y las nominaciones, el reencuentro entre Noemí y Fael era el punto fuerte de la tercera parte. Todavía no doy crédito.
Digámoslo así: si no hubiese visto a Noemí llorando, en bucle, rogando a mandíbula batiente el perdón de su madre (de dónde se deduce que Noemí distingue cuando hace bien de cuando hace mal, independientemente de lo que a nosotros nos parezca bien y mal) me la imaginaría haciendo de Robert de Niro en una versión feminista de El cabo del miedo.
Abogaaadoo.
Y digo yo, hablando del partido, y por molestar, más que nada ¿no es un poco machista que hayan metido a tres ganadores y a ninguna ganadora a jugar el partido?
Meterse con Alessandro por elegir a dos muchachos, después de haber elegido tú a tres, queda raro.
Es lo que tiene la concienciación para Teletubis. Te pones a mirarlo todo tan de cerca que terminas viendo machismo en los posos del té.
Después del reencuentro, las nominaciones. Pepe y Pedro, sembraos. Dicho esto, otra buena pregunta sería: ¿Por qué le das a Fael 12 puntos para repartir en las nominaciones, si sabes que Noemí le va a elegir?
Y aquí viene el segundo cambio: no quiero decir con esto que me huela a cerrao, como muchos estáis pensando. Aunque se dirijan las decisiones, no creo que la conducta humana pueda guionizarse. Tampoco creo que al programa le interese que se reduzca la polémica por el voto organizado a favor de Noemí, que son menos, pero votan más.
La entrevista ha cerrado la gala. Tiene que ser difícil enfrentarse a una entrevista sin un motivo racional para que el share haya puesto en la calle a Marta. La propia MM se hacía de cruces. Con razón, y más sabiendo que Cristian quería irse. Sin embargo, gracias al carácter de Marta y a las tablas de Milá para sacar más de lo que hay, han convertido una entrevista sin objetivo en una entrevista divertida.
Para bien o para mal, el factor común que me sale es el share.
Ya tengo título.
La libreta del exminutante.
-Sorprendente Cristian tirando de sentido común aconsejando a Sindi sobre Sergio.
-Estupenda Sindi eligiendo a Pedro para ir al confesionario, cuando empezaba a resultar violento que nadie le eligiese.
-El viejuno romano es Séneca, por si a alguien le interesa.
-Y ahora el añadido: como veis, me he visto obligado a modificar alguna cosa. No lo entiendo muy bien, no creo que fuese para tanto. De hecho, pretendía defender el formato del programa, no atacarlo.
En estas circunstancias, todavía no he decidido si haré otra crónica el lunes.
Todo apunta a que no.
Envíen AUMENTO al 5555.
Andad por lo segao.
T.