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Los concursantes eliminados de Gran Hermano cuestionan el sistema de votación del programa

TELECINCO.ES 08/01/2009 10:29

Fue un conato de rebelión. Mercedes Milá no daba crédito. Los concursantes de Gran Hermano ponían en tela de juicio el sistema de votación con el que se rige el programa desde su primera emisión en 1998. Mirentxu o los dos Carlos, arropados por la mayoría del resto de eliminados, sugerían que Iván contaba con "una plataforma de apoyo" que falseaba a su favor el resultado final de las votaciones. Poco antes, Julito ya había dicho nada más empezar su entrevista que en esta edición:"salen los buenos, se quedan los malos".

Quien más dramatizó las quejas fue Carlos F. Visiblemente nervioso, articuló un discurso de matices sociales: El sistema perjudica a los concursantes de extracción más humilde, vino a decir. Mirentxu puso el ejemplo. Según dijo, de oídas se había enterado de que amigos de Iván "ponen 1.800 euros en cada votación para salvar a su amigo".

El momento más amargo se produjo cuando en mitad de esta algarabía, Carlos Hoya fue más allá y dirigió sus críticas a la presentadora del programa, Mercedes Milá, quien desde su punto de vista defiende a Iván "efusivamente". La conductora del programa se vio forzada entonces a explicar el funcionamiento del programa y la legitimidad de los resultados: las plataformas se forman libremente, quien no tiene el carisma suficiente como para agrupar a los espectadores en su defensa, tiene un problema él, no el programa.

Agresividad y mala educación en el plató

En ese instante, Mercedes reprochó a Carlos F. un gesto dirigido a la madre de Iván. Cualquiera que fuese, no salió en pantalla, pero el catalán se excusó en que no sabía quién era "esa señora", pero que le estaba insultando. La mujer en cuestión, que sí era la madre de Iván, tomó la palabra y dijo que ella ni siquiera había votado a su hijo una sola vez y que las quejas eran un insulto a los telespectadores que se gastan el dinero y se toman la molestia de votar.

Para el marido de Gema y los cabecillas, Ana Toro, Carlos Hoya y Mirentxu, en definitiva, las votaciones carecen de proporcionalidad. Es decir, no se computan como en unas elecciones generales, un ciudadano, un voto. De modo que sentenciaron: si no hay una urna, el resultado no es un reflejo de la realidad.

Un sistema 'proporcional' da el mismo resultado

Al margen de las consideraciones sobre un sistema de eliminación de concursantes en el que el entusiasmo que pongan los votantes y el dinero que decidan gastarse está presente desde el principio, el Gato Encerrado ha defendido en su blog la fiabilidad de los resultados. En la encuesta que se hace en la web, dice, todas y cada una de las expulsiones se han correspondido con lo votado por los internáutas, que lo hacen gratis y con un mecanismo de un voto por usuario (por IP).

Esta consulta, en cualquier caso, se cierra con un día y medio de antelación. De modo que si ocurriese algo de importancia capital, no podría computarse. Un caso similar se dio en esta expulsión. Las vicisitudes entre Liz y Julito por el supuesto acoso al que éste sometía a la dominicana, salieron a la luz dos días antes de la votación. Hasta ese momento, la elegida era Almudena por escaso margen.

La web, dividida

El reflejo de esta polémica en la web de Telecinco confirma la división de los usuarios por bandos y por blogs. En el de Mercedes Milá, 'Lo que me sale del Bolo', la mayoría de los comentarios sostienen esta teoría que rechaza el sistema de votación, mientras que en el blog del Gato Encerrado ocurre el fenómeno contrario: los internáutas aplauden la defensa de las normas del concurso que hizo Mercedes Milá en un foro en el que son mayoría abrumadora los partidarios de Iván. En el 24 Horas, así como en los foros, la división es total, salomónica.