La frase ha explotado en los oídos de Toscano aún sin ella acabar de pronunciarla y, acelerado, sólo ha acertado a responder con otro órdago a la mayor revestido de un "pues vale", que sonaba a rabieta infantil.
¿Cambio de pareja?
El entuerto tenía lugar delante del grupo, sentados todos alrededor de una mesa mientras conversaban sobre la prueba semanal, en la que tenían que bailar por parejas (uno de los miembros debía ir en silla de ruedas).
Tatiana le insinuaba que no le importaría cambiar de pareja. Toscano la inviataba a pedirlo en ese mismo momento en el confe. Tatiana respondía que no, que le daba cierta pereza, que lo hiciese él. Toscano se enervaba: "¿No eres tú la que lo quieres? Pues vete tú".
Las paces, con metáforas
Ante la subidita de decibelios y la velocidad in crescendo de respuestas alternas (sin reflexión previa), llegaba una pregunta retórica de Tatiana. Seguida de una respuesta demoledora y casi con rima: "¿Pues sabes lo que sí me apetece ahora mismo?. Dejar de hablar contigo".
Ya en el confe, uno y otro comentaban el encontronazo, de muy diferente modo pero sin darle mucha más importancia (a pesar de lo tajante del tono previo). Ella lo resumía en un "pues como siempre, que estamos como el gato y la perra".Él, dándole un beso de buenas noches e instándola a disfrutar en la casa, en lugar de buscar pelea. ¿Su respuesta? "Pero déjame un poco en paz, ¡si yo no busco pelea!".