Todo ha sucedido alrededor de las 15 horas, los concursantes disfrazados de ladrones y cacos están en el pabellón. Pepe observa desde fuera, se recoge el pelo y comienzan la prueba. De repente, en apenas minutos, se forma la trifulca, solo se oyen gritos y Pepe en su tono de broma-serio tiene reproches para todos. Echa la bronca a Hugo por no estar atento, a Pipi por no dejar de contar, a Aless por tirar las figuras y no volver a empezar. Pero ahí no queda todo, mientras unos todavía ríen el arrebato del bailaor, este dice: “Pipi ve a hacer la comida, eres un estorbo, estás contando cuando no tienes que contar”.
Pipi que parece nueva en esto, entra a la provocación contestando como si fuera la última frase de su vida: “Tú a mí no me tratas como una inútil, a mí no me mandas tú, tú a mí no me llamas estorbo”. Pepe sigue insistiendo hasta que Pipi no puede reprimir un: “Tú lo que eres es un machista”.
A raíz de entonces la conversación se enreda en un bucle del que no salen, pues ninguno da su brazo a torcer.
Pepe: “¿Qué dices de machista? Si es tú trabajo de esta semana”.
Pipi: “Ponte tú a poner la lavadora entonces. No me echa a mí de aquí nadie, hombre, ya está bien”.
Pepe: “Pues lo estás haciendo muy mal. Retira eso de machista. Machista son tus amigos y ‘xenófogos’ de esos. No, de esos no: homófobos. ¿Me has visto a mí algún detalle machista? ¡Qué rastrero lo que me ha dicho!
Pipi: “Tú me has descalificado a mí como diciendo que no sé hacer nada”.
Pepe: “No, que no sabes hacer nada no: que no sabes hacer esta prueba. ¡Machista me dice!”
Aless y Dani intentan mediar, para que la discusión no vaya a más, pero Pepe no puede dejar el tema así. “¡Machista me ha dicho! Te tengo que hacer una que te deje vendida como tú acabas de hacer. Eres mala. Decirme eso es como lo que me hizo el Aris ese. ¿Te he dado yo motivos para que me llames machista? Te digo que lo retires y me dices que no”.
Pipi se ha sentido muy dolida y dice que no lo hará hasta que él no retire lo de inútil, pero él no quiere rectificar, pues dice que en esta prueba lo es.
Una vez más Pepe se siente apuñalado por la espalda, y cree que su compañera la ha vendido. Recuerda el altercado que tuvo con Aris, que le llamó maltratador de perros y que estuvo a punto de enviarle fuera de la casa.
Al final hablando con Hugo, que tiene hambre, Pepe comenta que él también, por eso ha mandado a Pipi a la concina, ya que es su tarea semanal.