Bailando a ritmo de reggaeton, la fiesta comenzó con bastante buen rollo. Todo lo contrario que en momentos grupales anteriores. Unas sensaciones que recordaban al primer día en la casa. En especial por Juan, que era especialmente amable. De hecho, hasta Melanie y Tatiana tuvieron tiempo de hablar largo y tendido con Saray. Aunque no de nominaciones ni de expulsados, sino de cómo conocer al futbolista del Getafe, Miguel Torres. Mientras tanto, después de haberse reconciliado unas horas antes, Arturo e Indhira volvieron a discutir. La cosa empezó porque al vasco no le hizo gracia que su novia le comparara con Pocholo. Y Rebeca, que está tomando una actitud un tanto preocupante, se puso a bailar sola.
Juan se ablanda
Por otro lado, el que parece claudicar es Juan. Con el alcohol y la alegría general, se mostró mucho más amable de lo normal. Reconoció que se llevó mal con Arturo desde el principio porque seguramente él pensase que "había dos gallos en el gallinero". Además, tampoco va a pedir a nadie que nomine nada. Le vale con lo que hay, cree que va a salir sí o sí.
Para Indhira, estos cambios de actitud se deben a que "se ha dado cuenta de que las estrategias no valen para nada".
Toscano y Rebeca
En un lance en el que Tatiana y Melanie dejaron de bailar para ir al confesionario, Toscano aprovechó su oportunidad. Subió a Rebeca a la silla y simuló un coito con ella. La dueña de Rosita se puso a jadear, pero después, cuando se bajó, hizo ver con sus gestos como que no le había gustado.
Pero eso no fue suficiente para que el resto del grupo animara al baloncestista para que se fuese con ella.
Toscano y Melanie
Al final, Toscano no se decidió. Y como se lleva mal con Tatiana, por qué no reírse un poco de su amiga Melanie, a la que ya vilipendió el día anterior por la espalda criticando su actitud en el jacuzzi buscando que luego le hagan videoclips.
Como ya había dicho, le recomendó que bailase en el centro del jardín como "una gogó para un vídeo que te cagas". Ella accedió. Al poco tiempo, se unieron Rebeca e Indhira y las tres bailaron alrededor del murciano que gritaba: "¡Quiero mujeres!"