Siempre que puede Arturo intenta echar tierra de por medio entre él e Indhira. Esta semana le ha dicho que tienen que "espaciar el tiempo de tocamientos" porque "al final ya no es nada nuevo" debido a que "en veinticuatro horas, tres veces...". Indhira, consciente de lo que le están diciendo, contestó cariacontecida "tenemos que ser amigos frescos".
Y esa 'frescura' pasa por lo que Gerardo llama "una sesión larga de ataudotes". De nuevo en el mueble encargado de enviar a los difuntos al más allá, Indhira ha vuelto a visitar parajes sobrenaturales con Arturo, que no se cansa de darle placer. Ella, incluso, se derrite y le dice que haga lo que quiera con ella. Todo, excepto una penetración sin preservativo: "Arturo, no quiero niños". Eso sí, según dijo mirando a la cámara: "Cómo me gusta... follar en Gran Hermano".
Hans se chiva
Por si la relación de esta pareja no hubiese sido ya lo suficientemente problemática, Hans le ha revelado a Indhira: "Lo primero que hace todo el mundo cuando sale de esa habitación es decir que tú y Arturo os habéis enrollado". A lo que ella respondió: "¿no hay nada más interesante?" Para después sentenciar:
"Yo era la primera que decía que tengo que tener dignidad, pero me pone, me pone, tengo el ataúd al lado y me enrollo con él ¿y qué? la envidia es mala, si me lo paso bien, qué me importa lo que digan. Ya está. Yo que puedo".
Si me gustan, las dejo
Por lo demás, Arturo también ha confesado su extraña filosofía a la hora de entender las relaciones: "cuando ya veo que me gusta un poco demasiado dejo de mantener la relación". Tras oír estas palabras, Saray dedujo que Arturo lo que hace es poner una barrera cuando siente algo por Indhira. Y Carolina está de acuerdo: "Si se lo monta bien se lo queda".
Pero la pasión es la que es por mucho que Tatiana piense que la madre de Indhira se debe estar avergonzando pensando "con qué se ha juntado mi hija". La fogosidad es lo que queda, escúchese a Indhira:
"Ay Arturo como te pille en un hotel. Nos vamos a tirar una semana encerrados. Con esa espalda encima mía, con ese tatuaje. Qué espalda, qué pecho...".