Todo ocurría de la siguiente manera: Orlando cometía un error y se pasaba en la compra cerca de cien euros del presupuesto que el porgrama les había concedido. Gisela se unía a él y comenzaban a retirar productos para ajustarse al dinero del que disponían. Entre los artículos prescindibles, el valenciano anulaba dos latas de coca-cola encargadas por Almudena. Al contárselo a la perjudicaba estallaba la tormenta. Gisela, afectada, abandonaba la habitación y se desahogaba con Mirentxu. Así transcurría la conversación:
Gisela: "¡No veas cómo se ha puesto a dar berridos por dos latas de coca-cola! Que hacer la compra en muy difícil, todo el mundo puede equivocarse. La semana pasada me quedé yo sin mis cereales y no chillé a nadie".
Liz entraba en escena: "Que sepas que tienes razón, y ya se lo he dicho a ella".
Gisela : "No tiene razón quien más chilla. Ella dice que hay que comprar primero los caprichos y después la comida".
Mirentxu: "Esta niña es terrible. Es pequeña pero se le oye".
Gisela: "Es que además yo no tuve nada que ver. Orlando pensó que había más presupuesto y se pasó".
Julito: "Hay que bajar el dinero para caprichos".
Gisela: "Es que para comida no había casi. Tuvimos que quitar un paquete de lentejas, y spaguetti y macarrones..."
Palomares: "Pués haber quitado de caprichos".
Mirentxu: "Y la matan. Si casi se comen a esta chica por dos latas de coca-cola".
Chiqui entra en el vestidor y le pide a Gisela que le acompañe.
Chiqui: "Yo en ningún momento te he chillado".
Gisela: "Yo llegué a mitad de la compra, no tuve nada que ver, ni sabía el presupuesto que había".
Chiqui: "Si nadie se ha privado de sus caprichos yo no tengo por qué privarme. El ron de Orlando la son 6 euros y pico. Ya se ha pasado".
Gisela: "Y encima las coca-colas".
Chiqui: "Yo estaba mosqueada con Orlando porque su coca-cola me pertenece a mí, de mi dinero. Por eso me voy a quedar con esa coca-cola, porque es mía. Yo me chupo el dedo cuando quiero".
Gisela: "Yo sé que es tu carácter. Cuando estás mosqueada hablas alto pero parecía que la estabas cargando conmigo. Yo la semana pasada quería comer sano y me quedé sin mis cereales. Tuve que quedarme con las galletas que engordan un montón".
Chiqui: "Mi capricho es mi tesoro . Y sé los precios de las cosas perfectamente que he trabajado 7 años en un supermercado. Además, lo que te dijo nani en la despedida... Que sepas que de tí, menos malo, lo he dicho todo".