Después de haberse peleado con Tosaco, el único gran apoyo que le quedaba dentro de la casa, por sentirse celosa de la relación del murciano con Hans, Tatiana ha girado la cabeza y se ha enfrentado precisamente a él porque éste le ha recriminado que no ha tenido cuidado cuando se le ha roto un vaso en la mesa mientras Arturo cenaba "y lo ha ensuciado todo". La rusa, que no se corta ni un pelo, se ha defendido con tres argumentos: (1) que Hans no rompe vasos porque no friega, (2) que Hans no es su padre y (3) que la movida va con Arturo, no con Hans.
Tatiana se siente bastante sensible porque se siente cada vez más sola dentro de la casa y parece que se ha puesto a llorar después de esta discusión, según le ha comentado Arturo a Hans. Ha sido entonces cuando el madrileño se ha marcado un duro discurso sobre su compañera: "Es la que más enseña que limpia, y la que más lo cacarea también ¿Es la qué más limpia? y los demás también [...] A mí me chilla y la pongo en su sitio. No me parece bien que haya una persona cenando y le monten ese número. Nunca me ha parecido bien y no pienso tolerarlo [...] Una persona que se pone a llorar así es una histérica. Que cambie. Ese numerito ya se lo he visto 3 veces con Toscano que responde como un perrito asustado y ella se pone a llorar [...] Yo la he afeado un gesto que me ha parecido mal y si ella se lo toma a mal, es su problema. No voy a consentir que gane ella porque se ponga a gritar con ese volumen [...] ¿Eres mi padre? ¿Y tú eres la madre de Arturo para decirle dónde se dejan los vasos?....
Tatiana se ha defendido diciendo que "no lo ha hecho aposta" y Gerardo la defiende porque cree que "Hans es mala persona, aunque el problema de Tatiana es que le pierden las formas". Arturo, que es el principal implicado en este asunto y el que debería haberse quejado en principio ha dicho que "sencillamente pasa del tema", lo mismo que Indhira. Son asuntos demasiado triviales para dos que se ven en la final sin ninguna duda.