Arturo está sufriendo en Gran Hermano porque ve que la chica que le gusta coquetea con otra persona. Exactamente el mismo padecimiento que sufrió Indhira en su momento y que llegó a sacarla de quicio. Una tortura psicológica que le ha deprimido, le ha apagado y le ha desprovisto de su habitual excepcional sentido del humor. Ahora es otro. Sobre todo desde que Gerardo se metiera en el jacuzzi con una Carol que se había "quedado en tetas", tal y como él dijo con asombro y tristeza desde la cama escuchando una fiesta a la que no le habían invitado.
En el confesionario, Arturo reconocía la situación: "Me he liado con una que pasaba yo un poco de ella, y la otra pasa de mí. Lo que tengo que hacer es cambiar el chip. Si me acerco a ella y se asusta, sabe lo que hay". Pero está vulnerable, porque tal y como ha reconocido: "Me gusta la niña esta y hacía muchos años que no me gustaba nadie".
Lo peor, los votantes. Arturo se refiere a ellos como "qué puto público, España me cae mal: dejan aquí a Gerardo, me devuelven a la Carolina".
La película de los hechos
Consciente de que algo se estaba cociendo, Arturo intentó de mala manera que Carol y Gerardo dejasen de bailar pidiéndole al 'súper' a gritos que cesara la música: "¡Nos queremos ir a dormir, que ya ha acabado la prueba!". Pero no le hicieron caso, ni en la organización del reality, ni en la casa de Guadalix, donde Carol y Gerardo se gustaron danzando mientras cantaban "sigo esclavo de tus besos".
Besos, como los que le dio Gerardo en cuanto acabó el baile, que se lanzó con todas sus naves contra el enemigo y no logró que Carol empatizara y le devolviese el cariño, pero sí al menos que se metiera con él en el jacuzzi.
En el jacuzzi
Antes de sumergirse, Gerardo avisó de que se iba a poner el bañador para no "empalmarse". Dentro, siguió con lo mismo "me voy que me empalmo". Arturo, mientras aguantaba la procesión desde la cama con un monólogo al más puro estilo... Indhira: "Dios, qué penosos", "Ay, Carol, estás perdiendo una de puntos ahora mismo", "Carol no sé, parece que sí que tal, que tal, pero me desconcierta un poco", "Arturo, que te va bien de hijo puta, venga", "¿Por qué no vais a gritar a vuestra habitación?", "Sólo os pido mañana no más bromitas con esa mujer, parece un encanto y todo eso, pero tiene unos detalles también..."
Tatiana después le explicó cómo se habían bañado en topless. Sus lacónicas respuestas daban muestra de su decepción: "Qué guay, seguro que ha sido un vídeo". Y después le dijo a Saray: "La Carol, otra que quiere ser artista; la Carol no es quien nos pensábamos que era. Menos mal que ha sido ahora y no después, hubiera sido un gilipollas todos los días".