Arturo La última vez que discutimos Indhira Hans fue tajante: "". , fue no menos contundente replicando "Vete a la mierda". Más tarde ella lloraba y lamentaba haberle perdido. Él, sin embargo, le comentaba a mientras fregaban que lo mejor que podía hacer Indhira era "controlarse las hormonas y si no se las puede controlar...".
Después de que Indhira le echara la culpa de una semana insufrible y, casi también, de sus ojos enrojecidos por las lágrimas; y con la sombra constante del "agobio" cerniéndose sobre sus hombros, Arturo escapó con su inseparable edredón multicolor al jardín. Allí estableció su dormitorio, lejos de los malos rollos sentimentales y de las habladurías de los compañeros.
Los sentimientos de Arturo por Indhira no están muy claros, pero a nadie le pasa desapercibido que para ella él es algo más que un simple rollo pasajero. La malagueña no tardó en ir en pos de su hombre para tratar de arreglar la situación. Tierna reconciliación
Le encontró enfurruñado y enroscado en el edredón, y le habló dulcemente: "Si me voy el jueves, tú te crees que es plan... anda dame un abrazo, 'chiquitito' y fresco". Las palabras de Indhira surgieron el efecto deseado, y al cabo de unos instantes ya volvían a la carga. Está claro, en las relaciones de pareja, si no hubiera broncas tampoco habría reconciliaciones.