Si hay un momento mítico de 'Gran Hermano' que nos pone a todos los sentimientos a flor de piel y que sirve para conocer un poco más a los concursantes eso es la curva de la vida. El último en hacerla ha sido Edi, dejándonos diversas confesiones que antes desconocíamos de él y con una claras protagonistas: las lágrimas. El gallego ha roto a llorar al recordar cosas de su pasado muy íntimas para él y que han marcado la persona que es hoy en día. La última curva de la vida corrió a cuenta de Daniela, que sorprendía a todos viéndola solo con Maica y en donde habló del mal de amores que atravesó perdiendo al "amor de su vida".
Edi recordaba su infancia como una etapa "muy feliz": "Tuve la gran suerte de tener una familia que me dio unos valores muy buenos". Un Edi que resoplaba y hacía pausas, bañado totalmente en un mar de lágrimas y que se 'desnudaba' completamente. Por otro lado, su padre pasaba mucho tiempo en el mar y eso hacía que Edi no pudiese verlo todo lo que le habría gustado.
A los siete años, Edi vivió una de sus etapas más complicadas: la muerte de su abuelo. Algo que le iba a marcar de cara de cara a los próximos años y que recordaba muy apenado. "Estaba muy unido. Me quería muchísimo, lo era todo para él. Se marchó cuando no se tenía que marchar. Desde ese momento creo que tengo un ángel de la guarda", señalaba el concursante gallego.
Pero a esa edad Edi iba a recibir una bonita noticia: el nacimiento de su hermana, a quien Edi le daría todo el amor y cariño que un hermano mayor puede darle a una hermana pequeña, y más: "La protegía muchísimo. Era mi apoyo". El que fuera el segundo concursante confirmado de 'GH' contaba también que sufrió episodios de bullying cuando era joven, lo que generó en él una etapa de inseguridad.
Posteriormente, a los 17 años, descubrió lo que era el amor y cinco años más tarde llegó su primera ruptura sentimental con la que entonces era su novia. Un duro golpe para él pero que hacía autocrítica: "Fue debido a celos y errores de la juventud". Además, a los 31 años nació su hijo y su vida cambió completamente. Además, veía a su padre como un muy buen abuelo, recordándole lo que significaba para él su abuelo: "Cuando miro fotos de mi padre veo a mi abuelo".
Por último, el Súper le preguntaba si le quedaba algún nombre por poner... y Edi incluía en su curva de la vida a Violeta: "Me gustaría intentarlo con ella. La voy a tener en mi vida y la quiero en mi vida. Eso fijo. Me siento feliz la verdad".