Elsa Mateos fue la primera expulsada por la audiencia y se quedó fuera del casting final junto a su amiga Maite. Ahora que ya han pasado unas semanas desde su salida de la casa de Guadalix de la Sierra, la vasca ha acudido al podcast 'Qué demonios pasa' para hacer balance de su concurso en 'Gran Hermano' y revelar el motivo real por el que se apuntó al casting.
La amiga de Edi ha recordado que descubrió que iba a ser concursante de esta edición en la gala inaugural por un tartazo de Payasín y ha revelado que ese mismo día la llamó la directora de casting para decirle que tenía que coger un avión desde Bilbao a Madrid para estar presente en las instalaciones de Mediaset: "Estaba a las tres y media de la tarde en el sofá de mi casa cuando sonó el teléfono, me duché, cogí algunas cosas y me fui".
Esa llamada llegó unos meses después de que decidiera mandar el vídeo para el casting; una decisión que hasta ella misma le sorprendió porque nunca había seguido el programa y supo que volvía la edición de anónimos porque una de sus mejores amigas, que luego fue su defensora en plató, fue la que se lo dijo porque quería apuntarse: "Mi amiga Saray se apuntó al casting y yo la apoyaba, pero no se lo dije que yo también me apunté luego, lo hablamos cuando salí de la casa y me dijo que no pasaba nada. Yo le llevé todo en secreto, el proceso de casting, no me gusta hacer públicas mis cosas".
Se apuntó de forma tan repentina y sorpresiva porque sentía que necesitaba un cambio en su vida tras haber sufrido "un ataque de ansiedad súper grave" a comienzos de este año. Elsa ha revelado que sentía que su vida se había estancado y que era demasiado monótona.
"Trabajaba a jornada completa en una tienda y complementaba con el trabajo en una discoteca, no tenía tiempo libre y todo para tener un sueldo que no me permitía tener mi propia casa porque encima comparto piso [...] Me iba a dormir los domingos a las siete de la mañana después de trabajar en la discoteca y los lunes me estaba despertando a las 5:30 para irme a trabajar a la tienda", ha relatado.
En ese momento, Elsa se replanteó su vida y entendió que necesitaba un cambio y, por eso, decidió apuntarse al casting de 'Gran Hermano'. Tenía tanta confianza en sí misma y estaba tan segura de que la iban a coger que quince días antes de que comenzase el programa avisó en la tienda de que dejaba el trabajo. Finalmente, su predicción se hizo realidad y entró a la casa de Guadalix de la Sierra.