Gran Hermano, en directo: Óscar y Ruvens han llegado a pensar que Juan no tiene novia

Un cumpleaños, un aniversario y otro cumpleaños más. Estamos de celebraciones. Vanessa y Javier se emocionaron anoche recordando sus 13 años juntos y Manu también tuvo su dosis de emoción al ver las cosas que le enviaba su familia. Ahora que nombro a Manu, no puedo evitar pensar en Laura, que terminó también llorosa por un cúmulo entre el echar en falta a los suyos y echar en falta al propio Manu, que parece que de nuevo le ha pedido un poco de distancia. Concretamente, rebajar el asunto besos. En cuanto al cumpleaños que falta, es el de Javier. Hoy cumple 42 y aunque él no espera nada, algunos compañeros ya le están abriendo boca con ideas.

Respecto a lo que viene, esta noche pinta fuerte. Veremos el recibimiento de Maica en Grande Fratello, a nosotros nos llegan dos concursantes italianos y habrá una salvación... Hasta entonces, conectamos con la casa. Descubre aquí la última hora de la casa de Gran Hermano.

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Consentimiento familiar

Violeta se va con Nerea a cuchichear en la habitación rosa. Le cuenta Violeta los últimos gritos que les han llegado: "Laura, Manu, podéis besaros, vuestra familia os apoya". Luis sale de la sábana y pide que lo repitan. Nerea se ríe: "qué fuerte, consentimiento familiar".

Va a ser complicado

Daniela se cambia de jardín y se va a las tumbonas rosas con Vanessa. Javier ya no está.

"Qué jueves tan complicado va a ser éste", dice Vanessa. "Qué va, no lo sabes", asegura Daniela. Pero Vanessa le trae los pies a tierra: "va a ser complicado se vaya quien se vaya", explica Vanessa. Ninguna de las opciones es buena para ella.

Los pájaros

Adrián está pendiente de la limpieza que toca, ahora que al fin es minisuper, y Lucía se va a poner ahora también. Juan se pregunta de qué irá la próxima prueba y Nerea se seca el pelo. Esto en la casa.

En el jardín, Laura sigue protestando porque no le dejan escuchar a los pájaros y les llama pesados a todos y lo repite, que son unos pesados. Todos. Llega Óscar y le cuentan que los últimos gritos recibidos del exterior les decían a Laura y a Manu: "podéis besaros tranquilos". Óscar se interesa, pero Laura le dice que ya le da los detalles después.

Ahora entiendo por qué Laura insiste tanto en escuchar a los pájaros.

Irrupciones

En el jardín grande Laura se tumba sobre Manu, que le hace caricias en el abdomen, y en el césped, también tumbados, Edi y Violeta entrelazan las manos.

Llega Jorge. "¿Qué os contáis?", pregunta. "Nada", responde Laura. Llega Ruvens. Se quiere echar agua oxigenada en una herida. Laura le dice que ni hablar "¡eso mata las células!". "¿No podéis estar escuchando los pájaros callados?", pide Laura al poco. No es que hubiera mucha conversación, pero "sólo os he pedido que os calléis, que me gusta escuchar a los pájaros".

Matrimonio gallego al sol

Vanessa se ha tumbado al sol y Javier la acompaña de la mano en la tumbona de al lado. No están muy habladores ahora. O sea, hablan de moscas que incordian, de piel seca...

La que sí que está habladora es Daniela, que en el otro jardín está contando su vida y currículo y también cómo es estudiar en Inglaterra.

La ducha

Laura y Manu no faltan a su ya habitual ducha en el jacuzzi. Ella le llama pesado por tardar mucho en ducharse y él le responde que así se va a quedar super calentito con el agua. Luego le dice Manu a Laura que Óscar le ha preguntado que por qué no duermen juntos, pero es pensar que Óscar duerme desnudo y la imagen desvía toda conversación.

La petición de Óscar

En el jardín siguen hablando de Maica, ahora también con Jorge. Adrián está ya convencido de que Maica se ha ido a otro reality y que va a haber un intercambio. Es más, su intuición le dice que esta noche van a saber algo al respecto. Daniela, sin embargo, descarta el intercambio y descarta también Grande Fratello. Dice que ya ha terminado. Así que sus energías cósmicas se han equivocado. O llevan un adelanto importante y le hablan desde el futuro. Uf, qué lío.

El que también se ha adelantado, por si acaso, es Óscar, que pide un italiano. "O lo que sea, pero que me haga caso", termina.

"¿Y tú dónde crees que está Maica?"

Adrián se sienta con Daniela y Óscar en los sillones naranjas. Daniela tranquiliza a Adrián, si es que esto tranquiliza a alguien, y le asegura que está conectada con Maica y por eso sabe que Maica está bien. Además ha tenido un sueño por el que ha sabido que Maica está muy contenta. El sueño no lo cuenta porque dice que es muy bueno y si lo cuenta, no se cumple. Adrián se la imagina en una granja con un granjero. Y Óscar en Sudamérica. Daniela sólo dice que está mucho más cerca de lo que se piensan.

Óscar y Daniela hablan de Juan

Óscar ha sabido a quién ir, porque si alguien ya ha dicho que no se lleva con Juan, es Daniela. Así que ahora Óscar se desahoga con Daniela en los sillones naranjas. Dice Óscar que opina que algo le pasa a Juan con él, con Daniela y con Maica. Daniela le rebate, opina que eso siempre ha sido así, pero que ahora se nota más porque cree que Juan está más subido. Óscar habla de maneras bajunas y zafias y acusa a Juan de lanzar pullas en voz alta, pero bien dirigidas. Y Daniela añade que anoche Juan andaba por la casa "como un perro muerto".

A Daniela le gustaría exponer a Luis, Ruvens y Juan, juntos los tres en la palestra para ver la opinión del público. Óscar le contesta que tiene que nominar de manera más inteligente y exponer a alguien susceptible de que le echen. "Ya sé que lo quieres a Ruvens, pero a mí me cae mal", es la respuesta de Daniela. Y no se le mueve un pelo. Tampoco a Óscar, que le asegura a Daniela que Ruvens es querido fuera porque es inteligente y locuaz. Y por eso anima a Daniela a exponer sólo a Juan. "Si ya le nominé", responde ella. Ella y los rosas nominaron a Juan, le dice. "Pero cada vez somos menos".

No es el despertar

Manu se despierta cariñoso con Laura. Le pregunta si desayunan, pero la respuesta es un vete tú y te haces lo que quieras. Manu la coge de la cintura mientras se escuchan comentarios sobre lo borde que se levanta Laura. Aunque esta vez la cosa igual no va con el despertar.

Música y luz

Entra música, entra luz y entra Ruvens en el dormitorio azul dando botes en las camas. Los recién despertados le miran extrañados. "Venga, que os está esperando un desayuno de: aire", Ruvens sigue botando.

La novia inventada

Dice Óscar que le da mucha pereza hablar con Juan. Y será. Lo que no le da pereza es hablar de Juan. Le acusa de falta de coherencia, zafio y oportunista. Entre otras. Dice que si Juan tiene ganas de discutir, que discuta con alguien con quien tenga ganas y no a boleo. "Porque si no, estás haciendo un Vanessa", Óscar acuñando nuevos términos.

Vuelven al asunto kiwi que tanto dio ayer que hablar. (Juan le dio un kiwi a Daniela a cucharaditas en la casa secreta y no era un secreto). Dice Óscar que a él le pareció una tontería de cara a su novia, pero que como Juan le da mucha importancia al respeto... Pues no le encaja. Y por eso la teoría de Óscar es que Juan creía que en la otra casa estaban en barbecho para ser repescados y que él le dio el kiwi a Daniela haciéndole el avioncito para generar una esperanza de contenido que luego no iba a continuar. Y de nuevo vuelve a ver en esto una incoherencia en Juan y hurga en ella a ver si hay petróleo.

De pronto, Ruvens confiesa que él ha pensado alguna vez que Juan no tiene novia y se la ha inventado. "¡Yo también!", salta Óscar al instante, que en lo de pensar maldades no admite competencia. "Es como ése que siempre hay en el grupo de amigos que tiene una novia, pero es de otro colegio", dice Óscar. "O como ése del pueblo que se había dado ya el primer beso con una, pero la chica no tiene Tinder", sigue Ruvens.

Malos augurios para Adrián

Charlan los tres (Óscar, Ruvens y Edi) sobre Adrián. Creen que ya ha tenido que entender que Maica no quiere nada con él. Nada amoroso. Hablan de la despedida de Maica. Ruvens dice que él habría tirado de humor y habría dicho algo así como "venga, que te tienes que acostumbrar a estar sin mí". Pero opina algo más, opina que si Maica le hace tilín, o al revés, a alguien del otro concurso (porque Ruvens en todo momento ha pensado que Maica se ha ido de intercambio por el gesto del avioncito que hizo en su despedida), lo que va a pasar es que luego traerán a ese alguien a este concurso. Para torturar a Adrián o algo así.

Luego se quedan susurrando: "¿tú crees que el Super estará levantado?". Deben pensar que hay una sola persona mirándolos. Ingenuos.

Ruvens y la sirenita

Ahora hablan de Vanessa. Ruvens valora que anoche les diese purés, pero opina que el hecho de hacer una segunda ronda de compartir su comida implica que hay alguna culpabilidad detrás. "Se condenó", dice Ruvens transmutando el buen gesto que le acababa de reconocer. Y luego hace un simil en el que ve a Vanessa y a Javier como "esas dos anguilas que acompañan a Úrsula y el resto como esos percebes...". Ruvens imita a las algas languidecientes de "La sirenita" y todos parecen reconocer la imagen.

Me pregunto quién es Úrsula en su película.

Al lío

Edi merodea por la cocina y vuelve con una taza llena, contenido desconocido (lo mismo es agua caliente). Óscar ya se ha lanzado, pero ya no habla de su disfrute con Ruvens, se ha lanzado a hablar de Juan. Asegura que tiene "malas artes" y compara discutir con Juan a discutir con Maite, de la que dice que no tenía malas artes y que por eso le venía bien discutir con ella a cualquier hora del día. Cosas de Óscar.

Para colmo ha encontrado un punto de no retorno en su relación con Juan: "encima me aburre". Y asegura que la próxima pulla que Juan le lance, lo va a decir delante de todo el mundo.

Ruvens opina que Juan se ha dado cuenta de que ya le han echado dos veces y que ha visto que no daba minutos, con lo cual está cambiando. "Eso se llama anodino", dice Óscar justo antes de explicar lo dañino que dice que sabe ser con el habla.

La confesión

Óscar se lanza, pese a que Ruvens no se lo pone fácil y no para de tomarle el pelo como si Óscar le fuese a declarar amor incondicional. Pero no es eso. Y si lo era o se parecía, Óscar se ha rajado.

Le dice Óscar a Ruvens que al fin se lo está pasando muy bien y que está disfrutando tanto con Ruvens, como con los amigos de Ruvens y eso le hace pensar en las próximas nominaciones, donde se ve nominado. Para empezar.

Y para seguir no sabemos más porque aparece Edi y hablan los tres del hambre que tienen.

Eso qué es

Un sonido extraño en la calma del sueño. Es Ruvens en el baño con gafas de sol y lavándose los dientes con un cepillo eléctrico. Después sale Óscar sentado en el jardín, bosteza y entra en la casa, donde coincide con Ruvens en el salón. Ruvens le dice que el hambre no le dejaba dormir, que se le ha pasado por la cabeza afeitarse sus zonas y, ya que lo menta, le pregunta a Óscar si lo ha hecho alguna vez.

Óscar responde con un monosílabo de los dos posibles y pasa a hablar "de la princesa". Dice que está triste. Echa de menos a Maica porque dice que es una persona con la que no le cuesta nada hablar. Pero su tristeza tiene más causas y la otra causa tiene que ver con Ruvens. Óscar se hace de rogar y dice que le da vergüenza y dice que lo va a decir, pero no, pero a ver, pero qué vergüenza.

Y seguimos

Con la casa en blanco y negro. Vanessa abraza a Javier y siguen durmiendo.

Empezamos

Buenos días! Aquí Ada en blanco y negro. Todos dormidos de momento.