Gran Hermano, en directo: Manu siente "agobio máximo" por Laura

Edi y Violeta tienen su particular cuenta atrás o como lo queráis llamar.

Manu y Laura hablan en el jacuzzi. Me temo que han gritado algo más que no se había dicho, que Manu está traicionando a Laura. Manu le dice que no entiende qué se está viendo fuera. Le dice a Laura que la tiene mucho cariño, pero que no sabe ni como tratarla. Le confiesa que cada día siente una cosa diferente, que no sabe gestionar sus sentimientos y teme hacerle daño.

Laura le dice que no dé importancia a esos comentarios porque ella no los va a hacer caso y además para ella Manu es su apoyo y la persona que está con ella, la que le cuida y le hace reír. Le dice que ella ya sabe lo que hay y que él ha sido claro. Que a ella no le importa darle tiempo hasta que se aclare y le dice también que la que tiene que poner el freno es ella, "pero yo no voy a cambiar nada".

O sea, una cosa y la contraria.

Manu está muy rallado porque dice que la persona que ha ido a gritar es la misma que fue a gritar la otra vez "Elsa falsa" "y Elsa está fuera". Laura le dice que haga lo que sienta en cada momento y que no se ralle por el comentario de una sola persona. "Pero son palabras muy fuertes", dice él. Laura le tranquiliza: "¿tú me estás traicionando? Y yo no siento que me estés traicionando. Pues ya está. Quédate con eso. Y yo me quedo con que me merece la pena tenerte como amigo antes que nada".

Una música estridente complica las comunicaciones de la prueba. Han venido a gritar: "Laura te queremos. España está contigo. No confíes en nadie". Laura ha recibido el mensaje. Pero ahora dicen otros que han dicho eso pero a Maica. Daniela no ha escuchado Maica, sino Laura. Laura ha escuchado otra voz diferente a la de la otra vez. Ya no se sabe lo que han gritado.

En el baño Vanessa recuerda que la última vez le gritaron a Elsa y luego se fue. A Laura le da lo mismo, dice que le viene bien escuchar algo así y que en cuanto a confiar ya sabe en quién puede confiar y en quién no.

Se escucha un ohhhh generalizado y deciden que "no hay que apurar tanto". Han acumulado 50 segundos. Queda mucho hasta 1500, pero todo se puede andar...

Laura, Violeta y Nerea están en el salón controlando las cuentas atrás. Laura, muy seria, acaricia el pelo a Nerea tumbada junto a Violeta también tumbada.

-No me pongas esa cara- pide Manu. Se refiere a ésta:

-¿Qué cara?- pregunta Laura.

-No sé, estás muy seria- sigue él.

-Yo también me agobio- dice ella.

-¿Por qué?

-Porque tú te agobias. Así que ya está, volvemos al principio y ya está.

-Pero tampoco es eso. Pero bueno, yo también me agobio. Me agobio mucho.

-Pues ya está.

-Es que me agobio mucho. Me agobié anoche y me he levantado agobiado. Lo del desayuno es un detalle muy bonito, pero también me agobia. Me agobia que la gente vea un trato diferencial- Manu. Agobiado.

-Es que yo te veo diferente. Pero bueno, ya está. Volvemos al principio y ya está- termina Laura. Y se va.

Conclusión: mucho agobio y vuelven al principio.

¿Qué es el principio?

No hay como cambiar de tema para quitar hierro. Maite y Laura se han unido a los chicos en el jardín. Cuenta Ruvens que una vez le retaron a comerse una hormiga o un moco y eligió hormiga. "El moco era de otro", Ruvens da más detalles y peores. "Con más razón", al borde de la arcada, Edi y yo, también escogemos hormiga.

No está mal como prueba para nominar. Aunque a Maica le da un patatús.

Laura y Manu se quedan a solas...

Dice Manu que desde que habló con Laura el otro día, la cosa ha ido a peor y está todavía más encima de él. "Claro, es que no fuiste claro. Dejaste una puerta abierta", le dice Ruvens. "¿Entonces qué hago?", pregunta Manu. "Omitir lo positivo", le dice Ruvens. "Ser contundente", le dice Edi. "Es que lo de hoy por la mañana ha sido ya agobio máximo. Qué angustia, de verdad", se queja Manu. Pero se teme que Laura no lo va a entender. Les dice que esta mañana le ha dicho que gracias por el detalle, pero que no le haga más el desayuno y ya se ha quedado completamente seria: "imagínate si le digo lo otro". Lo otro es el agobio máximo.

En la lavandería Juan dobla un tanga rojo mientras intenta que Laura entienda que no es malo que Manu le haya dicho que no le haga el desayuno. Le dice que entienda que Manu se lo puede agradecer pero igual no le apetece desayunar un sandwich, por ejemplo, o lo que le haga ella. Laura dice que lo entiende, "si además le he preguntado yo", pero termina con un "pero bueno, ya está", que hace dudar de que lo entienda. Juan le insiste en que no es malo lo que ha pasado. Ahora se las ve con un tanga verde.

En el jardín Manu les confiesa a Adrián, Ruvens y Edi que se ha levantado ya agobiado porque dice que ya se despierta con Laura cogida de su mano, luego le tiene el desayuno ya hecho... Sus amigos le dicen que tiene que hablar con ella y ser contundente y claro. Manu dice que así lo va a hacer y Juan que, bien ha terminado con los tangas, bien los tangas con él, apoya esa decisión: que hablen. Manu explica que le tiene muchísimo cariño a Laura, pero "eso" no le nace.

Adrián y Daniela lo clavan a cero exacto. Daniela se ha puesto sus gafas para ver bien y todo. Pero cuando llegan al salón Ruvens les dice que no pueden pulsar en cero exacto porque acumulan delay.

No lo entienden, porque la pantalla decía OK, pero hay pequeñas acumulaciones y Javier se lo pregunta al Super. "Ok es Ok", responde a lo oráculo el Super.

Bueno, que Adrián y Daniela lo han hecho bien y las acumulaciones son grupales.

Jorge apura hasta el 0,003. "Lo has hecho muy bien", le felicita Violeta.

En el salón a Javier le gusta la prueba porque cada uno tiene que funcionar según su responsabilidad (mucho confía), no vale que alguien haga lo de otro.

De fondo se escucha a Daniela, Óscar y Ruvens hablando de la foto de Daniela y también de la de Ruvens. Daniela sale rara, dicen. Ruvens poco favorecido, dicen también.

Maica y Ruvens llegan con los papeles de la prueba. Ruvens dice que "se vienen hostias y que no es divertida". Llaman a todos y empieza la lectura de la prueba número cuatro: la cuenta atrás.

A ver, cada uno tiene una cuenta atrás particular y se proyectan todas en la pantalla del salón. Hay un pulsador gigante y rojo, no tiene pérdida, pero sólo pueden pulsarlo en los últimos 20 segundos de la cuenta atrás. Tienen que ser lo más precisos posibles y pulsar lo más cerca posible del cero pero sin pasarse. Cada segundo antes del cero cuenta como delay, pero al mismo tiempo, si apuran mucho y se pasan del cero, entonces acumulan directamente un delay de 50 segundos. Así que mejor acumular uno que cincuenta, porque todos estos delays se van acumulando y al final no pueden sumar más de 1500 segundos o perderán la prueba. Por último, cada vez que se desactiva una cuenta atrás individual, se vuelve a activar otra cuenta atrás para esa persona. Y puede ser de diez minutos o de cinco horas.

Importante: si alguien pulsa cuando le toca a otro, pierden la prueba directamente. Y si se les va la mano y pulsan como bestias pardas y se rompe el pulsador, también pierden la prueba.

Importante para ellos: hablan de la mejor manera de avisarse, sobre todo por las noches. Jorge propone hacer guardias.

Ayer jugando a la guerra de almohadas por la noche Daniela recibió un almohadazo mientras dormía. Y tiene la duda de si fue del todo sin querer: "yo creo que las ganas, las tenía. Pero bueno, prefiero eso que ver a payasín". Se lo cuenta a las mellizas mientras se maquillan las tres.

Se pregunta Daniela porqué no les han dicho ya quién está fuera y si el público lo sabrá ya. Silvia opina que es para mantener la tensión, sobre lo primero, y que no sobre lo segundo: "si no podría venir alguien y gritarlo". Daniela ha decidido disfrutar por si es ella la que se va el jueves.

Laura dice que se llegó a llevar bien con Violeta, "pero fue llegar él, Óscar y las niñas y hizo pim". Pim es que se alejó y "él" debe ser Jorge. Dice también que le cae muy bien, que le parece muy buena niña y muy lista, (palabras de Laura) pero que ahora está viendo actitudes que no le gustan. Edi piensa que con lo de ayer se le pueden "subir los humos, no que va a cambiar su personalidad, pero que se le puede subir un poco y la gente igual empieza a ver que no todo es tan inocente".

Los dos coinciden en una cosa y no va con Violeta (bueno, un poco sí) y es que echan muchísimo de menos a Elsa. Sobre todo por las mañanas.

A continuación Edi habla de Maica. Le parece que todo lo que hace es de cara al público. Laura le cuenta que ha hablado con Adrián y no entienden, ni ella ni Adrián, que Maica diga que le cuesta dar cariño, que le cueste dar un abrazo a Adrián, pero luego sí se los da a otras personas sin tanto reparo. Laura cree que les cuesta incluso hablar y opina que son personas muy diferentes y lo mejor es que se separen cuanto antes para que cada uno haga su concurso. Laura opina, además, que Adrián es muy bueno.

En la cocina Laura dice lo siguiente: "atención a la próxima compra porque vais a estar comiendo puré de col...". Sin contexto, o sin entrar en su cabeza, no sé si es un chiste o una amenaza. Aunque tal vez es más bien el coletazo de un disgusto.

Poco después está sentada con Edi en la mesa de la cocina. Edi la abraza y al poco están comentando quién será el próximo en irse. Laura dice que Manu cree que es él, pero ninguno de los dos lo cree. Edi comenta que ha llegado a pensar que es él, pero no lo ve tan claro. Lo que sí ve claro es que "hay dos bandos bien marcados".

Silvia está pensando en lavarse el pelo, hoy que parece que unos cuantos no van a aprovechar la hora de agua caliente. A Maica lo que le gustaría es hacer los baños antes de que empiece la prueba. Y se quedan las chicas hablando de la operación de miopía, si duele o no duele y Violeta cuenta su experiencia.

En la cocina Juan habla de ronquidos y ronquidos. Parecen lo mismo, pero no lo son. Los de Edi están subiendo posiciones, a lo que él responde que estuvo tiempo durmiendo con una persona y no le dijo nada. Juan piensa que no tendría confianza para decírselo, pero Edi le asegura que al revés. Violeta, que viene del baño, dice que para ella el peor ronquido de la casa es el de Jorge. "No sé si es porque le tengo al lado", dice.

Hombre, eso influye...

Música, luz y muchos calzoncillos. Todos puestos por ahora. Edi se levanta y su primer abrazo es para Laura, de quien ayer comentaba algunas cosas que no le estaban gustando y después, junto a Ruvens, intentó hablar con ella. Sin mucho éxito. El segundo abrazo, para Maite. Y el tercero es de Laura para Ruvens. Se levanta de su cama para caer encima del cineasta y seguir descansando. Junto a Manu. Hasta aquí los abrazos y nos vamos a la habitación pinky.

Siguen dormidos.

Con todos dormidos. Nerea y Luis fundidos en un abrazo. Llevan así desde ayer. ¿De antes?

Buenos días! Aquí Ada en blanco y negro. Los 18 dormidos.