Tras meterse en la mente de Dani Martínez en las audiciones y hacerle beber vinagre pensando que era zumo de piña, Adolfo Masyebra llega dispuesto a seguir sorprendiendo a jurado y público para conseguir un pase a la final.
“Nunca se ha visto nada igual, voy a dar que hablar”, son las palabras de este mentalista antes de salir al escenario. En su actuación ha querido mostrar la transición del dolor: a Santi Millán le clavaban una aguja mientras que Edurne era la persona que recibía el dolor del pinchazo.
Parece algo imposible pero sí, Adolfo lo ha conseguido. Tras un ejercicio de relajación y conexión, Santi y Edurne han sido controlados y dormidos por este mentalista y, después, ha sucedido lo que venía anunciando: ha clavado una aguja en la piel de Santi cuyo dolor ha percibido Edurne.
“Siento un pinchazo muy fuerte, intenso”, han sido las palabras de Edurne al sentir la aguja clavada en su piel pero que en realidad estaba en la mano del presentador. Por su parte, Santi reconoce que no ha sentido “ningún tipo de dolor”. ¡Espectacular!