Todos estaban comiendo paella cuando se ha detonado la bomba: Ylenia y Candela se han enfrentado. Que ninguna de las dos no se sorportan es una evidencia y, por supuesto, no tienen ningún reparo en sacar los trapos sucios la una a la otra antes de la expulsión del próximo jueves. La sevillana, al escuchar las críticas de la valenciana, le ha mandado una pullita delante de todos: “Cómo huele a campaña contra mí, ¿no?”. Una frase que ha hecho a Ylenia estallar por los aires.
“Yo no tengo que hacer campaña contra ti, la que se va al confe pidiendo que la echen y se pone a llorar en la cocina eres tú, te has hecho la campaña tú misma”, dispara Ylenia. Además, Antonio Tejado ha metido cizaña en la discusión y se unido: “Candela, ¿tú no me has dicho esta mañana que es mentira eso?”. Candela, sintiéndose acorralada, ha mandado callar a Tejado con una mirada muy seria: “Antonio, ya está bien”.
La autoridad de Candela sobre Antonio tampoco le ha sentado nada bien a Ylenia que ha soltado en voz alta: “Si lo pide Candela, a callarse todo el mundo, venga”. Antonio no daba crédito de nada y la valenciana ha seguido con su discusión: “Candela te tiene loco a ti y a media casa”. Nadie en la comida ha querido intervenir salvo Sofía, que se ha dado cuenta de que Candela lleva varios días mofándose de ella: “A mí los vaciles los justos, eh”.
En esta parte de la historia, los concursantes se han dado cuenta de que a Candela le ha molestado seriamente que Antonio Tejado le de los "buenos días" a Sofía Suescun. Tal ha sido el enfado de la sevillana que por las mañanas le decía “bom día”, en sentido irónico, a Sofía, mostrando su malestar por el supuesto tonteo que se trae con el que era su pareja. Sofía, alucinando en colores le ha respondido: “Me estás diciendo que te molesta que él me dé los buenos días, ¿estás en serio?”. Candela ha continuado su mentira y ha dicho “yo siempre digo eso fuera”. Todos han empezado a reírse y Sofía ha terminado con la discusión: “Tienes una enfermedad de mentir”.
Al pasar una hora, Ylenia no ha podido más y se ha derrumbado entre lágrimas en la cocina. La valenciana ha acabado entre lágrimas y se ha arrepentido de sus actos tan impulsivos: "No me puedo controlar". Ella no se arrepiente de lo que ha dicho, pero reconoce que hubiese sido mejor haberse callado y tragado sus palabras porque "no puedo estar en todos los conflictos metida".
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