Jordi González conectaba con la casa para anunciar qué nominado de la semana se salvaba de la expulsión y por lo tanto se convertía en finalista. Finalmente, la menos votada por la audiencia fue María Jesús que recibía la noticia entre lágrimas y agradecimientos. Pese a que muchos lo sospechaban, la cara de incredulidad de alguno de los concursantes lo decía todo.