Después de quedarse solos antes de la gran final, Kiko Rivera y María Jesús se enfrentaban a su último cara a cara (y uno de los más suaves). “En sus ojos ahora mismo solo veo tristeza, me imagino que se deberá a todo lo que ha pasado aquí dentro, pensábamos que nos íbamos hoy y teníamos muchas ganas de ver a nuestras hijas”, aseguraba Kiko mirando a MJ. “Tus ojos me trasmiten bondad… lo veo también ansioso pero eso es normal porque nos habíamos hecho a la idea de que salíamos hoy”, decía María Jesús.