Kiko Rivera, desde que fuese intervenido quirúrgicamente por su problema de sobrepeso, ha cambiado radicalmente su alimentación. Por ejemplo, él mismo reconoce que antes "desayunaba un bocata de lomo con queso o de panceta fácimente" y ahora "no puedo ni con esta pulguita".
El desayuno es una de las comidas que más le cuesta a Kiko Rivera porque le cuesta muchísimo digerir el primer alimento del día. El proceso de digestión es más lento, hasta el punto de afirmar el cantante que "por la mañana temprano, en mi casa no desayuno. Pero aquí tengo que hacer el esfuerzo de comerme esto lentito, porque allí tenía más comidas y aquí no”.
Un conversación que ha ido a más, explicando con todo detalle de cómo fue su intervención. "A mí me han puesto una banda gástrica. Para que os hagáis la idea, me han puesto un aparato que es como un punto de acceso, una cuerda que va atada y que me cierra el esófago", explica con detalle.
Además, se ha levantado la camiseta y le ha enseñado el bulto que tiene en la parte superior de la barriga. "Esta bola es como un aparato, es un botón donde el médico con la aguja controla el abrirte o cerrarte", insiste para que Fortu y Yoli entiendan su caso.
Desde esa intervención su alimentación cambió por completo y Kiko Rivera cuenta cómo fue su primera comida: "El primer día empecé a comer y noté cómo la comida no pasaba, pedí agua para que todo bajase y me di cuenta que no podía hacer las dos cosas juntas. O sea, como y después bebo, pero las dos no puedo".
Por último, Fortu se ha visto muy identificado con Kiko Rivera y le ha contado que él sufrió una hernia de hiato y que "la primera comida siempre me cuesta, se me hace bola y no entra". Además, ha explicado su caso: "Me cogieron parte del estómago, me estrangularon el esófago y me lo hicieron más pequeñito".
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