Kiko Rivera decidió gastar una broma a sus compañeros. Se puso una peluca, se tapó con un edredón y se metió en el armario de Juan Miguel. Cuando el peluquero lo abrió, pegó un grito que hizo partirse de risa a todos los presentes. Luego, él también se sumó a las risas. Pero no ocurrió lo mismo con María Jesús: la exmiss también se llevó un buen susto, pero parece que no le hizo ninguna gracia...