La relación entre Alejandro y Sofía es de ida y vuelta. Hemos visto como Albalá se hace el duro con su ex y la dice cosas como: “Le tengo que chupar el culo para que piense que la quiero”. Pero, cuando están solos en el jardín, la cosa cambia. Ella le pide un abrazo y él no lo duda. Es más, el abrazo deriva en besos, arrumacos, caricias y risas. Por todo esto, Kiko Rivera llama a Albalá Alejandro, ‘el margaritas’.