La cocina española sigue brillando con luz propia en la Guía Repsol 2025, y una de las grandes protagonistas de esta edición es Susi Díaz, chef del restaurante La Finca en Elche, que ha alcanzado su tercer Sol. Un reconocimiento que no solo premia su trayectoria y excelencia gastronómica, sino también su capacidad para evolucionar, mantenerse fiel a su esencia y liderar una propuesta culinaria que se reinventa día a día.

Hablamos con Susi Díaz para conocer qué significa este reconocimiento para ella, cómo ha evolucionado La Finca en estos 40 años y cuál es la clave para mantenerse en la cúspide de la gastronomía española.

Para Susi Díaz, el tercer Sol Repsol es un premio al trabajo bien hecho, pero no un objetivo en sí mismo. “No te levantas cada día para conseguir un Sol”, afirma con rotundidad. “Yo me tengo que levantar todos los días para motivar a mi equipo, para que mi cliente sea súper feliz, para que el que vaya a La Finca me diga ‘Dios, qué bien he comido’”.

No obstante, recibir este tipo de galardones tiene un gran impacto en el equipo: “Es la recompensa a todo ese esfuerzo que hacemos todos los días y una motivación extra. Porque al final, esto es una proyección de que las cosas se están haciendo bien”.

La cocina de La Finca es un reflejo de la personalidad de Susi Díaz: fiel a sus raíces, pero en constante evolución. Con una trayectoria de cuatro décadas, el restaurante ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia.

Ubicado en un enclave privilegiado de Elche, La Finca es hoy uno de los grandes templos gastronómicos de la Comunidad Valenciana. En sus fogones, Susi Díaz elabora una cocina de autor en la que prima el respeto por el producto local, con especial protagonismo del mar y la huerta.

Pero lo que realmente distingue a La Finca es su capacidad de evolución: “Si me preguntas ahora mismo cómo está La Finca, te diría que está más fuerte que nunca, más joven que nunca y más sostenible que nunca”, asegura la chef. Más joven porque “mis hijos ahora forman parte del proyecto, y cada uno se encarga de una parcela diferente, lo que añade nuevos puntos de vista y formas de hacer las cosas. Mi hija es la encargada de sala, y mi hijo está al cargo de las cuentas. Cada uno nos encargamos de una parte del negocio.” 

El restaurante ha pasado por una transformación en los últimos años que no se ha limitado solo a la cocina: “Se ha hecho una decoración totalmente diferente. La Finca no es la que era hace unos años, ahora es un espacio renovado, con un concepto más sostenible y con un equipo más joven y preparado que nunca”.

Uno de los pilares fundamentales de esta evolución de La Finca ha sido su apuesta por la sostenibilidad. Este compromiso ha sido reconocido con el Sol Sostenible #AlimentosdEspaña, que premia a los restaurantes que integran medidas reales para reducir su impacto ambiental.

Para Susi Díaz, la sostenibilidad no es solo una tendencia, sino una responsabilidad: “Intentamos hacer las cosas bien, pero muchas veces puedes hacerlas y que no las vean. En este caso, a nosotros nos han visto, y ahí tenemos ese Sol sostenible”.

El restaurante ha implantado diversas medidas para mejorar su eficiencia energética y minimizar su huella ecológica. “Hemos incorporado sistemas que nos permiten reducir el consumo de recursos y ser más autosuficientes. Creo que cuando mejor está La Finca, más fuerte y más joven, es cuando es también más sostenible”.

Mantenerse en la élite gastronómica durante cuatro décadas no es tarea fácil. Según Susi Díaz, la clave está en la actitud con la que afronta cada día: “Yo todos los días que bajo y veo a mi equipo, intento motivarlos, emocionarlos. No pueden caer en una rutina”.

Para la chef, la cocina es emoción, y un restaurante sin emoción está condenado al fracaso: “La vida no puede ser una rutina. Siempre hay que ir al cañón, hay que buscar esa chispa, esa fuerza, esas ganas. Un restaurante tiene que tener vida, y para eso tiene que haber alguien moviendo esa coctelera para que todo salga bien”.

Susi Díaz es una firme defensora de la tradición, pero también de la evolución. Su cocina es un reflejo de ese equilibrio entre vanguardia y raíces, entre el respeto por la memoria culinaria y la búsqueda constante de la innovación.

De esta forma, si hay algo que caracteriza a Susi Díaz, es su capacidad para transformar la tradición en vanguardia. Su cocina se nutre de recuerdos, olores y experiencias, que ella traduce en platos que sorprenden y emocionan.

“Cuando entraba en mi casa y mi abuela había hecho escabeche, toda la casa olía a escabeche. Aquello me inspiraba mucho”, cuenta. “Creo que la cocina es eso, es tradición. Y a mí me producía un placer increíble. Así que un día pensé: voy a retomar ese escabeche de mi abuela, pero desde mi manera de entender la cocina actual”.

El resultado fue un plato que ha marcado su trayectoria y que, según sus clientes, consigue poner los pelos de punta. “Cuando cocinas con todo el amor del mundo y alguien prueba tu plato y se emociona, creo que no hay nada más bonito”, afirma.

Para Susi Díaz, la creatividad no es algo que se pueda forzar: “Las ideas no vienen cuando tú decides sentarte a pensar. A veces estoy en el mercado y veo un producto, o pruebo algo en un bar de tapas y pienso: ‘de aquí puede salir algo grande’”.

A pesar de sus 40 años de historia, La Finca sigue mirando hacia el futuro con ilusión y energía. “Siempre digo que el mejor plato es el que queda todavía por crear”, afirma Susi Díaz.

Su tercer Sol Repsol es el reconocimiento a un trabajo bien hecho, pero también un impulso para seguir creciendo: “Este premio nos motiva a seguir mejorando, a seguir evolucionando y, sobre todo, a seguir haciendo felices a nuestros clientes”.

En un mundo gastronómico en constante cambio, Susi Díaz y La Finca demuestran que la excelencia no es solo cuestión de técnica o producto, sino de pasión, compromiso y una búsqueda incansable de la emoción en cada plato.

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