El Año Nuevo Chino o Año de la serpiente de madero ya no es solo una festividad celebrada por la población china, sino que cada vez más culturas y personas se unen a ella. Y más allá de la fiesta, si hay algo que tiene una gran importancia durante estos días es la gastronomía típica china, que en Madrid tiene una gran presencia en zonas como Usera o la calle Leganitos. Precisamente ahí se ubica Shangrilá (calle Leganitos 26), un restaurante que está en el mismo local donde se ubicó en 1962 el primer restaurante de comida china de Madrid.

Si por algo llama la atención Shangrilá no es solo por su excelente ubicación en pleno centro de la capital, sino que cuenta en su cocina con Liang Wang, el que fue chef del famoso restaurante chino del parking de Plaza de España durante unos diez años y que cerró cuando comenzaron las obras de la plaza.

Ahora testá al mando de la cocina de Shangrilá, del que destaca ser un “restaurante acogedor y familiar, con una gastronomía casera, auténtica y sabrosa” gracias a sus recetas familiares o, como ellos lo llaman, “de la abuela”.

Wang, de 55 años, llegó en 2001 a España y recuerda su trabajo en el restaruante del parking de Plaza de España “muy ajetreado”, donde la cocina era diferente, más parecida a las tapas.

Su gastronomía es algo diferente a lo que estamos acostumbrados cuando hablamos de la comida china, ya que él procede de la región de la costa sur de China, donde “el sabor es más suave, menos especiada que en el norte, donde la cocina es más picante”. Sin embargo, trabajó por todo el país, así que sus platos tienen un poco de cada lugar.

Sobre los platos que sí o sí hay que probar de la gastronomía del país asiático, asegura que no hay que perder la oportunidad de degustar el pato asado, la sopa de tallarines y el shao mai.

Precisamente Wang nos da los trucos para conseguir unos tallarines perfectos, y para ello la masa es clave, pues se necesita “una harina con mucha fuerza para que la masa sea elástica. Hay que dejarla por la noche bien hecha”. Pero eso no es todo, pues el caldo juega un papel fundamental y “hay que elaborarlo con mucha antelación con pollo y muchos tipos de especias y de verduras para que quede bien sabroso”.

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