El vermú es la bebida típica de Madrid para tomar a la hora del aperitivo, aunque es estupendo disfrutar de ella en cualquier momento del día. La puedes tomar a lo largo y ancho del territorio nacional, porque no hay bar que no tenga una buena botella de esta bebida aromatizada en su barra. Pero no hay nada más auténtico que disfrutar de un buen vermú de grifo y hacerlo, según las costumbres del lugar, acompañado de una rodaja de naranja, un hielo o una rica aceituna. Si te estás preguntado dónde están esos bares, aquí tienes los mejores para tomar un auténtico vermú de grifo.

Este pequeño local es uno de los bares castizos más famosos de Madrid. Fundada en 1982, la Bodega de Arosa sirve uno de los vermús de grifo más valorados. Pídelo acompañado del pincho de tortilla (sensacional), de las alcachofas o de las croquetas. ¡Ah! y si al entrar ves mucha gente y piensas que no hay sitio para ti, atraviesa la barra por debajo y descubre su salón interior. 

Calle Colón, 13. Madrid.

En esta taberna ubicada en el corazón de Malasaña sirve el vermú más especial de la capital. Para probarlo deberás pedir un “yayo”, la sensacional mezcla de la casa de vermú, gaseosa y ginebra. Acompáñalo con boquerones en vinagre, patatas bravas o callos a la madrileña, por ejemplo. Y ten cuidado, porque los yayos son tan aparentemente ligeros y están tan ricos, que se beben en un suspiro y querrás pedir otro (y otro…).

Calle de San Andrés, 4. Madrid.

En el barrio de Sants se encuentra esta bodega pequeña y acogedora que abrió sus puertas en 1927, y que ha sabido mantener su esencia con el paso de los años. Por no hablar de su éxito entre la clientela habitual, que hace que no sea sencillo encontrar sitio en su barra. Acércate a probar su vermú casero y acompáñalo con sus tapas de pescado y las conservas de calidad que ofrecen. 

Canalejas, 12. Barcelona.

En Getxo, a solo 20 kilómetros de Bilbao, se encuentra esta taberna que es toda una institución vermutera. Cuentan con su propia marca de vermú artesano de receta secreta y elaboran cuatro variedades diferentes. Por supuesto, se sirve a grifo, sin nada más porque evitan los combinados. Mónica Ortega está al frente del negocio, y sabe que para sus clientes no hay nada como acompañar el vermú con una ración de El Cabriteru, el queso de su familia calificado como el segundo mejor del mundo en los World Cheese Awards.

Calle Amezti, 10. Getxo (Bilbao).

La Bodega de San Lorenzo cumple 160 años manteniéndose fiel a sus costumbres, como la de servir el vermú de grifo de manera tradicional, con o sin sifón. Lo acompañan con moluscos de lata, como los mejillones en escabeche, aunque también sienten debilidad por las anchoas del Cantábrico. El Ayuntamiento de Sevilla la ha distinguido como “Establecimiento Tradicional Sevillano” y “Patrimonio Gastronómico de la Ciudad”.

Calle Juan Rabadán, 7. Sevilla.

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