Madona ha pasado los últimos días del 2024 en Japón en compañía de sus hijos y de su novio, el futbolista jamaicano Akeem Morris. Tanto ella como él han compartido varias publicaciones en las redes sociales que permiten descubrir qué hicieron durante sus vacaciones familiares en el país asiático. La pareja recorrió algunos lugares muy conocidos de Tokio y otros que no son tan fáciles de encontrar. La primera de las fotos que la estrella del pop incluyó en su recopilación de instantáneas la sitúa en el santuario Chiyoda-Inari, un pequeño lugar con un ambiente tranquilo en el barrio de Shibuya.

La cantante enseña en las siguientes fotos que comió sushi, posó con una espada de estilo oriental y llevando caracteres japoneses en su manicura. El restaurante de Tokio en el que su novio y ella comieron es Hakkoku, uno de los más exclusivos del barrio de Ginza. El prestigioso itamae (cocinero de cocina japonesa) Hiroyuki Sato abrió este local en 2018, después de ganar una estrella Michelin en 2014 como chef jefe de Sushi Tokami. El espacio apuesta por una decoración minimalista, con puertas tradicionales de estilo shoji y una luz suave, lo cual recuerda a la entrada de un salón de té.

Ni Madonna ni ninguna otra celebridad puede pedir a la carta en Hakkoku, ya que se trata de un restaurante que ofrece un menú omakase. Este término japonés se traduce al español como “lo dejo en tus manos” y se usa para designar a los menús elaborados por un chef de sushi con productos frescos de temporada. Es decir, que el cliente confía en la maestría de los cocineros y deja que ellos elijan por él lo que va a tomar. En concreto, Hakkoku sirve un cuidado menú compuesto por 30 piezas de nigiri. Este es el tipo de sushi que se prepara con una base de arroz y un trozo fino de pescado crudo u otros ingredientes encima.

Conseguir una reserva en este restaurante es muy difícil, no solo por la fama de su cocinero, sino por el limitado espacio del que dispone. El restaurante se divide en tres salas y cada una de ellas solo tiene capacidad para seis comensales. Un chef de sushi atiende a cada grupo y prepara la comida delante de ellos. Hiroyuki Sato explica que para crear un sushi de primera calidad es muy importante la calidad de los ingredientes, la manera de cortarlos y el equilibrio con el arroz. Sin embargo, él cree que la experiencia completa solo se consigue al sumar otros aspectos fundamentales, como el cuidado del espacio, la presentación de los platos, el ritmo al que se sirven y la conversación con el chef.

Madonna también ha aprovechado su viaje a Tokio para acudir al Bar Casba, uno de los locales más cool del barrio de Shibuya y donde se mezcla gente de todo tipo. Se trata de un lugar frecuentado por muchas celebridades, que se ven atraídas por su decoración de estilo retro, con muebles variados, televisores antiguos, paredes llenas de pegatinas, cuadros, camisetas del exfutbolista Nakata (conocido popularmente como el David Beckham japonés) y mucho colorido. Por supuesto, no falta el karaoke en este establecimiento.

Por otra parte, la artista posó en la puerta de Misen Shinbashiekimaeten, un restaurante oriental que sirve ramen en el barrio de Shinbashi. También pasó por Takeshita, la calle peatonal más emblemática del barrio de Harajuku y un lugar lleno de tiendas a la última moda. Además, se fotografió con su hija Lourdes y con su novio Akeem Morris en el famoso TeamLab Planets, un museo inmersivo de arte digital que se encuentra en la zona de Toyosu.

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