Comer en un museo, la última moda gastro: propuestas que hacen la boca agua

  • Comer en un museo es una experiencia que no te debes perder

  • Los restaurantes y cafeterías de los principales museos son los lugares de moda

  • Descúbrelos y vive una experiencia completa en torno al arte

Comer en un museo es una actividad gastro que nada tiene que ver con la visita a una pinacoteca o centro de arte. Puedes aprovechar tu visita a la última exposición de tu artista favorito para disfrutar de los restaurantes más elegantes de la ciudad, evidentemente, pero la tendencia invita a disfrutar de estos espacios exclusivos siempre que quieras. Comer rodeados de arte es una verdadera experiencia, y es que puedes llegar a disfrutar de un cóctel enfrente de esa escultura que tanto te emociona. Y eso hace que te sepa aún mejor. Estos son cinco de los mejores restaurantes de los principales museos del territorio nacional que no debes perder de vista. 

NuBel en el Museo Reina Sofía 

El restaurante del Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía es uno de los más concurridos de la capital por varias razones: su diseño cálido y elegante, su carta con platos exquisitos y productos de calidad, su programación con sesiones de DJ en directo o su increíble terraza con vistas a la escultura monumental “La Pincelada” de Roy Lichtenstein. Desayunos, brunchs, afternoon tea, cócteles… Cualquier ocasión es buena para ir. 

Argumosa, 43 (Madrid). 

Las Terrazas del Thyssen

El espacio gastro del Museo Thyssen-Bornemisza es disfrutable durante todo el año, aunque sus mesas al aire libre son muy codiciadas en los meses de verano. En su carta puedes encontrar platos inspirados en las obras de grandes artistas y los fines de semana hay menú de tapas, conciertos y brunch con visita al museo. Aprovecha las noches de los sábados para probar sus originales cócteles y vive una experiencia completa. 

Paseo del Prado, 8 (Madrid).

Nerua Guggenheim Bilbao

Distinguido con una estrella Michelín y elegido uno de los 100 mejores restaurantes del mundo según la revista Restaurant, el restaurante del Museo Guggenheim Bilbao convierte la cocina en una nueva obra de arte. Con el chef Josean Alija a la cabeza, ofrecen una carta cercana que se adapta a los ritmos de la naturaleza, con productos de temporada y de proximidad. Si le sumas que está ubicado junto a la colosal escultura de la araña Mamá de Louise Bourgeois y con vistas a la ría, no hay excusas para no visitarlo.

Av. Abandoibarra, 2 (Bilbao).

Café de Oriente en el Museo del Traje

La chef Dalia Bautista está al frente de este Café-Bistró, situado en la sala Balenciaga del madrileño Museo del Traje. La cocina tiene una amplia oferta gastro en la que no faltan los platos de autor. Es un plan perfecto desayunar en su terraza, comer sus propuestas de menú para todos los precios o cenar con vistas a sus jardines. Uno de sus puntos fuertes es que puedes reservarlo para eventos y celebraciones repletas de encanto. Y de paso, no dejes de visitar las fabulosas colecciones del museo.

C/ Avenida Juan de Herrera, 2 (Madrid).

Restaurante Castillo de San José, en el MIAC

El Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC) se encuentra en el Castillo de San José (Lanzarote), donde también se ubica el restaurante Castillo de San José, que cuenta con una terraza acristalada hacia la bahía de Arrecife que es ideal para comer o para una cena especial. Aunque la creatividad forma parte de su cocina, no olvidan que el protagonista es el producto local y de cercanía bajo una estética que bebe directamente de la arquitectura de César Manrique.

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