La tradición de comer churros en Madrid es una de las más arraigadas de la capital. Es cierto que puedes tomarlos en casi cualquier rincón del país, pero los churros castizos tienen ese encanto especial que no pasa desapercibido ni a los habitantes de la capital ni a los turistas que la visitan cada año. Aquí lo de los churros es una cosa seria, por eso no suelen faltar a la hora del desayuno las cafeterías de toda la vida. Pero si quieres ir a lo seguro, no te pierdas esta guía con la ruta definitiva para comer churros en Madrid en la que podrás elegir entre locales centenarios y modernos a tu antojo. Es infalible. 

Cinco generaciones de churreros han hecho de esta chocolatería centenaria una institución en la materia. La receta es clásica y si quieres seguir la tradición, tómalos con chocolate. Puedes pedir el de toda la vida o con nata, ideal para los más golosos. Y si buscas un toque especial, anímate a probar su chocolate con ron. Cualquiera de ellos te encantará acompañado de sus sabrosos churros.

Seguimos con otra de esas churrerías de toda la vida que ya cuenta con varios locales por todo Madrid. La receta tradicional es una garantía, al igual que el chocolate. Pero si tienes ganas de más, atrévete con las porras rellenas de sabores o los churros cubiertos de chocolate. Si eres fan del chocolate blanco, aquí lo puedes tomar a la taza.

Este moderno local eleva a placer gourmet el momento de comer churros. Elige entre churros o porras, aunque sus pecaditos (un cubo con churritos) son de lo más chic y un bocado delicioso. El aderezo es de azúcar, canela, o ambos, pero es difícil resistirse a los dips de dulce de leche, leche condensada o nutella. Manosanta es el lugar donde tradición se dan la mano con indiscutible acierto. 

La debilidad de los turistas y, las cosas como son, de los madrileños que se pasean por el centro de la ciudad. San Ginés es un icono, palabras mayores, la churrería donde empezar el día o acabar la noche, porque está abierta las 24 horas. Lo clásico manda aquí y nadie rechista, porque es lo que se viene buscando. La terraza está llena de clientes cualquier día del año, pero si quieres descubrir sus rincones especiales, no dudes en ir a su planta baja y apreciar todo el encanto del local.

Sus nueve locales en Madrid dan cuenta de el éxito de esta churrería donde el famoso producto se elabora cada día de manera artesanal. Churros y porras para los más exigentes, elaborados con su propia receta para conseguir el dorado exacto y con ingredientes de calidad. El chocolate se prepara con agua, no con leche, para lograr un sabor más intenso. Y para marcar la diferencia, sirven a domicilio. Ya no hay excusa para disfrutar de sus churros sin salir de casa. 

La autodenominada taberna cósmica-cañí sabe que no pueden faltar los churros a la hora del desayuno. Y allí, además, puedes tomarlos con vistas la Puerta de Alcalá. En la carta lo dejan claro: churros crujientes con chocolate caliente, como manda la tradición. ¡Ah! Y hechos en churrería propia para servirlos recién hechos desde la 10 de la mañana.

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