Cómo hacer un buen café irlandés para alegrar el postre de las comidas con amigos
El café irlandés debe su nombre a que se hace con whisky de aquel país
Daniel García, barista, nos da las claves para prepararlo en casa a la perfección
Café de especialidad a tres euros, ¿es oro todo lo que reluce?
Tras una buena comilona con amigos es habitual tomarse un café y una copa. Algunos optan por el café primero y otros pasan directamente a la copa. También están, en cambio, los que buscan un mix entre ambas opciones. Ya sea un café con unas gotas de coñac, un café con Baileys o incluso, un café irlandés. Una elección, esta última, que siempre tiene buena acogida por su sabor y por su presentación. Su preparación no es complicada, pero requiere prestar atención a los detalles.
Daniel García, barista y apasionado del café, nos cuenta las claves para hacer en casa un buen café irlandés con el que sorprender a amigos e invitados. “Lo primero de todo es calentar el whisky irlandés en un cazo. Se le añade azúcar con generosidad, tratando de darle densidad”, explica el joven amante del café que muestra su trabajo a través de su cuenta en Instagram (@daniel.wbb7). “Cuando ha llegado a una temperatura alta, muy cerca del punto de ebullición, se le prende fuego para reducir un poco el alcohol y disolver bien el azúcar, logrando además que no sea tan alcohólico en boca”, desarrolla.
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Una vez que se ha hecho eso, se vierte en un vaso transparente “o si se le quiere dar una mejor presencia en una copa”, apunta. Posteriormente será el momento de echar el café que previamente se ha preparado.
“El café se echa con mucho cuidado, nos podemos ayudar con una cucharilla, de una manera similar a cómo se echa la tónica en los gintonic, se tiene que poner la cucharilla contra el lateral de la copa y sobre ella verter suavemente el café hasta que quede una ‘mezcla’ más o menos al 50-50”, explica antes de matizar, “si se prefiere que sepa más a café o a whisky, se aumentará la proporción de lo que se quiera”.
La crema, un toque clave y muy visual
“Para hacer la crema se puede utilizar nata para cocinar. Se bate con la batidora hasta que tenga una textura correcta, ni muy líquida ni muy espesa, lo ideal para que no se mezcle con el café y se mantenga por encima de él”, detalla Daniel García.
“Por último, si se le quiere dar un toque personal, se pueden echar chocolate en polvo por encima de la crema, lo que le dará un detalle muy bonito visualmente”, finaliza el barista.
La explicación está clara, ahora sólo queda organizar una comida con amigos… y sorprenderlos con un auténtico ‘Irish Coffee’ hecho en casa.
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