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Tres errores que se cometen en las cocinas grandes

Diseñar una cocina de gran tamaño puede parecer una tarea sencilla debido a la cantidad de espacio disponible, pero sin una planificación adecuada, este privilegio puede convertirse rápidamente en un inconveniente. Te contamos los tres errores comunes que se cometen en las cocinas grandes y cómo evitarlos para sacar el máximo partido tanto la funcionalidad como la estética del espacio en tu cocina.

Mala planificación del flujo de cocina

Uno de los errores más comunes en las cocinas grandes es no tener en mente el flujo de trabajo, lo que puede significar que dispongamos en una distribución ineficiente los electrodomésticos y las zonas de trabajo.

El concepto del triángulo de trabajo (la disposición entre el fregadero, los fuegos y la nevera) es clave para diseñar una cocina eficiente. En una cocina grande, es fácil extender demasiado estas áreas, lo que aumenta la cantidad de pasos necesarios para preparar casi cualquier comida. Este problema se amplifica si el diseño no tiene en cuenta las zonas de trabajo per sé, haciendo que sea una cocina mucho menos funcional de lo que nos gustaría.

Solución: Diseño basado en zonas

En lugar de depender únicamente del triángulo de trabajo, puedes plantear un diseño basado en zonas. Cada zona debe estar dedicada a una tarea específica, como preparación, cocción o limpieza. Esto permite que varias personas trabajen al mismo tiempo sin estorbarse, haciendo el espacio más funcional y eficiente. Por ejemplo, almacenar ollas y sartenes cerca de la estufa, y platos y cubiertos cerca del lavavajillas puede ayudar a optimizar el flujo de trabajo cuando nos ponemos manos a la obra (culinaria).

Subestimar la importancia de la iIuminación

La iluminación es un punto muy importante de cualquier cocina, pero en una grande, la falta de una planificación adecuada puede hacer que aparezcan zonas oscuras y presente un ambiente menos acogedor de lo que debería.

Son muchas las cocinas grandes que dependen solo de la iluminación general, lo que no es suficiente para todas las zonas de la cocina, con su diferentes propósitos. La falta de iluminación en la encimera, por ejemplo, puede dificultar la preparación de alimentos y aumentar el riesgo de sufrir accidentes mientras lo hacemos.

Solución: Iluminación en capas 

Implementa una estrategia de iluminación en capas que incluya iluminación general, de trabajo y de ambiente. Las luces empotradas en el techo pueden proporcionar una iluminación general de manera uniforme, mientras que las luces bajo los armarios y estanterías pueden iluminar las superficies de trabajo. Unas luces colgantes sobre las islas de cocina no solo aportan luz, sino también son un excelente elemento decorativo.

Islas de cocina de tamaño incorrecto

Las islas de cocina son cada día más populares sobre todo cuando la cocina tiene un tamaño respetable. Sin embargo elegir el tamaño incorrecto puede ser un problema para la usabilidad y la estética del espacio.

Una isla demasiado grande puede obstaculizar el paso de las personas y extender las distancias entre las áreas clave del triángulo de trabajo. Por otro lado, una isla demasiado pequeña puede no ofrecer suficiente espacio para preparación, almacenamiento o los asientos.

Solución: Proporción y funcionalidad 

Asegúrate de que la isla sea proporcional al tamaño de la cocina. Debería haber al menos 1 metro de espacio libre alrededor de todos los lados de la isla para permitir un movimiento fácil a través de la cocina. Hay que tener en cuenta las necesidades específicas, como el almacenamiento adicional, el espacio para la preparación de alimentos y la zona dedicada para comer, para determinar el tamaño adecuado de nuestra isla de cocina.

Evitar estos errores comunes puede transformar una cocina grande en un espacio altamente funcional y estéticamente agradable. Considerar el flujo de trabajo, planificar adecuadamente la iluminación y elegir el tamaño correcto para la isla son pasos esenciales para maximizar el potencial de una cocina grande. Con una planificación cuidadosa y una atención meticulosa a los detalles, es posible crear una cocina que no solo sea un placer para cocinar, sino también un lugar acogedor para reunirse y disfrutar.

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