La vida de jardín es la vida mejor: aciertos y errores al montarte tu cocina de exterior
Juan García Garrido
Cocina exteriorLeroy Merlin
Poner una cocina de exterior amplía las posibilidades de uso de este espacio, y también lo convierte en el epicentro de las reuniones de familiares y amigos
Para que sea un éxito es fundamental evitar los errores más comunes y seguir los aciertos clave en planificación, materiales y funcionalidad
Además, hay una serie de detalles que nunca deben saltarse para que quede perfecta
El concepto de vida al aire libre ha ido ganando popularidad en los últimos años, especialmente con la incorporación de cocinas exteriores a jardines, patios y terrazas. Poner en nuestro terreno una cocina de exterior no solo amplía las posibilidades de uso de tu espacio exterior, sino que también hace que el epicentro de las reuniones familiares y amigos se mude a esta zona de la casa.
Sin embargo, montar una cocina de exterior no es un A-B-C, y es fácil caer en errores que pueden afectar tanto a la funcionalidad, como a la estética del proyecto. Repasamos los aciertos y errores más comunes para que logres tener una cocina exterior eficiente y atractiva.
Planificar de antemano el espacio: Uno de los aciertos más importantes al montar una cocina en el jardín es planificar el espacio disponible de forma minuciosa. No solo se trata de elegir dónde colocar la barbacoa o la parrilla, sino también de pensar en la circulación dentro del espacio. La planificación debe plantear las zonas de cocción, preparación y almacenamiento, asegurando con ello que el flujo de trabajo sea funcional y cómodo. Recuerda que la cocina exterior no es solo para cocinar, sino también para convivir, por lo que es esencial dejar espacio para que los invitados puedan moverse sin dificultad.
Materiales resistentes y duraderos: El éxito a largo plazo de una cocina exterior depende en gran medida de la selección correcta de los materiales. Al estar al aire libre, los muebles y superficies están expuestos a las inclemencias del tiempo, como la humedad, el sol intenso y las variaciones de temperatura. Por ello, es recomendable optar por acero inoxidable, aluminio o madera tratada, que son materiales resistentes al clima. Además, las encimeras de granito o porcelánicos compactos son excelentes opciones debido a su durabilidad y facilidad de limpieza.
Tecnología y eficiencia energética: Si bien una cocina exterior está destinada principalmente a disfrutar de la naturaleza, no hay razón para prescindir de las ventajas que ofrece la tecnología moderna. Equipar la cocina con electrodomésticos eficientes energéticamente, como frigoríficos de bajo consumo o parrillas con control de temperatura, no solo mejora la experiencia culinaria, sino que también contribuye a reducir el impacto ambiental.
Tener en cuenta el clima de tu zona: Uno de los mayores aciertos es saber adaptar la cocina exterior a las condiciones climáticas del lugar donde vives. Si vives en una región con inviernos fríos, incluir una chimenea o brasero permitirá que el espacio siga siendo acogedor durante los meses más frescos. Por otro lado, si tu zona tiene un clima cálido, una pérgola o toldo será clave para proporcionar sombra y proteger tanto a los electrodomésticos como a los invitados del sol.
Errores comunes al montar una cocina de exterior
No tener en cuenta el flujo de trabajo: Un error recurrente es no planificar correctamente el flujo de trabajo en la cocina. A menudo, se colocan los electrodomésticos o las zonas de preparación de forma desorganizada, lo que se traduce en un espacio que acaba resultando incómodo. El objetivo es crear un entorno en el que sea fácil moverse entre las zonas de cocción, preparación y almacenamiento sin obstáculos, manteniendo todo al alcance y sin que las personas se tropiecen entre sí.
Ignorar la iluminación: Cocinar al aire libre suele prolongarse hasta la noche, por lo que contar con una iluminación adecuada es clave para disfrutar del espacio sin problemas. Incorporar luces LED bajo las encimeras o a lo largo de la pérgola garantiza la visibilidad durante el cocinado, además de aportar un toque de calidez al ambiente.
No prever suficiente almacenamiento: Otro error común es no planificar suficiente espacio de almacenamiento. Una cocina de exterior sin almacenamiento obliga a ir constantemente al interior de la casa en busca de utensilios, ingredientes o platos. Por ello es importante incluir en el diseño suficientes armarios y estanterías para tener todo lo necesario al alcance de la mano. Además, optar por soluciones resistentes al clima y fáciles de limpiar es clave para la durabilidad de la cocina .
Un aspecto a menudo pasado por alto es la necesidad de que haya conexión a los servicios básicos como la electricidad y el agua. Aunque muchas cocinas exteriores se centran en la parrilla o la barbacoa, tener acceso a una conexión eléctrica segura para electrodomésticos como frigoríficos o licuadoras, y contar con un fregadero funcional, hacen que la cocina sea aún más práctica e independiente.
Finalmente, uno de los puntos a los que conviene prestar atención es a adaptar el diseño de la cocina al tamaño y estilo del jardín o terraza. No es necesario disponer de un gran jardín para disfrutar de una cocina exterior. Con la planificación adecuada, incluso en espacios más reducidos se pueden crear cocinas compactas y funcionales que no sacrifican el estilo ni la comodidad.
Montar una cocina de exterior es un proyecto que puede transformar tu jardín en un lugar perfecto para el disfrute y la convivencia, pero para que tenga éxito es fundamental evitar los errores más comunes y seguir los aciertos clave en planificación, materiales y funcionalidad. Tener en cuenta el clima local, la elección de materiales duraderos y la correcta disposición del espacio marcarán la diferencia para que puedas disfrutar de una cocina al aire libre durante muchos años.