Nicole Kidman es una de las mujeres del año, según la revista estadounidense Time, a la cual ha concedido una entrevista y habla en ella sobre la desigualdad de oportunidades en la industria de Hollywood y sobre por qué nunca para de trabajar, pero también dedica un tiempo a imaginarse cómo sería la cena de sus sueños. La estrella empieza revelando a quiénes invitaría a su mesa y da una respuesta que puede sorprender a muchos: “Lo más raro es que sería mi familia. Mi abuela, mi madre, mi padre, mi abuelo… Querría estar rodeada por la familia que me queda”. Además, confiesa que le gustaría haber conocido a sus bisabuelos. La actriz indica que otras celebridades suelen nombrar a personas famosas, vivas o muertas, al contestar a este tipo de cuestiones: “Para mí no, para mí serían mis antepasados”.

La ganadora del Óscar por ‘Las horas’ demuestra que desearía saber más sobre su pasado y averiguar por qué los ancestros de su padre llegaron a Australia en barco en 1839: “Tendría muchas preguntas sobre nuestro árbol genealógico. Estoy muy interesada en la genética… En el trauma generacional y en la forma en la que las cosas se transmiten en las familias”. Tras hablar sobre los invitados a su cena perfecta, la entrevistada elige música clásica para sonar en la velada: “Bach u ópera ligera”.

Por último, la actriz comparte la comida y la bebida que serviría en dicha cena, dándole un giro inesperado (y muy británico) al evento a la vez que recuerda sus orígenes: “Probablemente una de mis cosas favoritas no sería una cena. Me encanta la hora del té, teniendo ese lado inglés y el lado australiano”. Kidman menciona los ‘scones’, los bollitos o panecillos que se suelen tomar a la hora del té en Reino Unido e Irlanda, pero también en Australia. “Mi comida favorita: ‘scones’, mermelada, ‘clotted cream’ y té”, comenta con humor. ‘Clotted cream’ es una nata muy cremosa y densa que se unta en los citados bollos. Además, la intérprete también incluiría en su menú para esta merienda tan británica otros alimentos típicos que se toman junto al té, como pequeños sándwiches de pepino y de salmón.

Uno de los asuntos que aborda Nicole Kidman en su charla con Time es su apoyo a las directoras en la industria audiovisual. La intérprete se comprometió en 2017 a trabajar con una directora al menos cada 18 meses. Ocho años después, queda claro que ha superado su promesa con creces, ya que desde entonces ha colaborado como actriz y productora con 19 mujeres en el mundo del cine y de la televisión. Ejemplos de ello son el thriller ‘Babygirl’, dirigido por Halina Reijn; la serie ‘La pareja perfecta’, cuyos episodios fueron dirigidos por Susanne Bier; o la ficción ‘Expatriadas’, creada y dirigida por Lulu Wang.

La revista expone que menos del 15 % de las películas estrenadas en la gran pantalla en 2023 fueron dirigidas por mujeres. Kidman señala que aquellas que reciben apoyo y financiación para realizar su primer largometraje sienten una presión injusta para hacerlo todo perfecto. “Se puede cambiar, pero solo se puede cambiar participando realmente en películas de mujeres”, declaró.

Entre los motivos por los cuales nunca deja de trabajar se encuentra el hecho de que a menudo se siente obligada a decir que sí a ciertos papeles para crear puestos de trabajo. Ella confiesa que odia cuando dicen que es “una supermujer”, ya que se cansa como cualquier otra persona, pero siempre ha intentado complacer a los demás. Su compañera de profesión Jamie Lee Curtis expresa: “La gente trabaja cuando Nicole trabaja. Yo estoy trabajando porque Nicole está trabajando”. Las dos han estado grabando los episodios de ‘Scarpetta’, serie basada en los libros de Patricia Cornwell y en la que serán hermanas.

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