Los platos favoritos de Mario Casas que come siempre que vuelve a Galicia

  • Mario Casas se enfrentó a un test culinario centrado en comida gallega, su tierra

  • “Si voy a Galicia es lo único que como”, declaró el intérprete, un enamorado de la gastronomía gallega

  • Descubre cómo se hacen algunos de los platos tradicionales que conquistan su paladar

Mario Casas creció entre las localidades barcelonesas de Martorell y Esparraguera, pero nació en A Coruña y regresa todos los años a Galicia, donde vive gran parte de su familia. El actor se sometió a un comprometido test culinario con el que reveló que tiene muy claro qué es lo mejor de la gastronomía gallega. No se lo pensó mucho al tener que elegir entre distintos platos en un reto que le plantearon desde Elle y que bautizaron como duelo gourmet en versión gallega. El citado medio adelantó: “La gastronomía gallega es de las más ricas y variadas, pero cuando Mario Casas va a Galicia se dedica a comer en exclusiva tres de sus icónicos platos”.

El entrevistado comenzó mostrando que prefiere el caldo gallego antes que otras populares recetas de la comunidad, como la carne ó caldeiro, la empanada y la caldeirada de pescado. Acabó aparcando el caldo cuando le nombraron la tortilla de Betanzos, una localidad coruñesa muy popular por su tortilla con huevos camperos y patatas gallegas, y dejó esta a un lado por el raxo con patatas. Este último plato supera, según su opinión, a los pimientos de Padrón, el pulpo á feira, las zamburiñas, el lacón con grelos y la tarta de Santiago. El intérprete concluyó que sus tres platos favoritos en su tierra de origen son el caldo gallego, la tortilla de Betanzos y el raxo con patatas. “Si voy a Galicia es lo único que como”, afirmó.

Sus declaraciones y sus elecciones generaron debate en Instagram, donde algunos usuarios cuestionaron sus preferencias. “Dios mío, preferir el raxo al pulpo á feira y las zamburiñas es una locura”, comentó una persona. “Raxo o pulpo y dice raxo”, señaló otra. “¡Madre mía! ¿En Galicia es lo único que comes? ¡Pues anda que no hay cosas ricas para comer aquí! ¡Y más si tienes dinero!”, expresó una tercera. Por otra parte, hubo quien le dijo que tenía buen gusto, quien alabó su amor por la tortilla de Betanzos y quien destacó que es complicado decantarse por una única opción: “Yo no sabría qué elegir. Sería el test más difícil de mi vida”.

Así es el caldo gallego

El caldo gallego es uno de los platos tradicionales más conocidos de Galicia, triunfa especialmente en los meses de invierno y cuenta con distintas variantes, según los ingredientes que se utilicen. “Hoy podemos hacer caldo con lo que queramos, cuando antiguamente al caldo se le echaba lo que había”, indican desde el blog culinario Pandebroa.

La receta más habitual es la que pasa por cocer grelos o nabizas (que son las hojas de los nabos), alubias y patatas en un gran olla con agua hirviendo durante varias horas. Estos productos vegetales se pueden sustituir por otros, según la disponibilidad, como son las berzas, los repollos y los garbanzos. Por otro lado, el caldo suele acompañarse con chorizos y otros productos cárnicos. La receta de Pandebroa incluye:

  • 130 gramos de alubias blancas secas
  • 4 patatas
  • Un buen manojo de nabizas o, en su defecto, berzas, repollos, judías o calabazas
  • 15 gramos de unto, que es la grasa blanca que recubre los intestinos del cerdo
  • Un chorizo
  • Un trozo de carne de cerdo salada: lacón, oreja, espinazo…
  • Un hueso de ternera
  • Una pata de pollo
  • 3 litros de agua
  • Sal

Así es el raxo con patatas

Una de las tapas más populares en los bares y restaurantes de Galicia es la de raxo con patatas, uno de los productos favoritos de Mario Casas. Se trata de una receta se prepara con lomo de cerdo cortado en dados y cocinado en una sartén con aceite para que quede bien jugoso. Desde Mordeste, expertos en sabores del noroeste de España, explican que el raxo se suele servir con patatas fritas como base y se adoba con sal, ajo y perejil. Un plato parecido que también triunfa en tierras gallegas es la zorza, que se distingue del raxo por hacerse con las partes magras del cerdo y por tener un sabor más intenso, ya que lleva una buena cantidad de pimentón.

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