Las patatas fritas han evolucionado desde sus humildes orígenes para ir más allá de ser un simple acompañamiento. Este aperitivo nació allá por 1853 en el restaurante Moon Lake Lodge’s en Saratoga Springs. Por aquel entonces su cocinero no paraba de recibir quejas de un cliente por lo gruesas que eran sus patatas fritas y, en una suerte de burla, decidió cortar las patatas tan finas que no pudiera pincharlas. Sin embargo, en lugar de quejarse, el cliente quedó más que satisfecho, y aquel aperitivo de origen burlón, bautizado como Saratoga chips, sería el origen de nuestras queridas patatas fritas.
Desde entonces la evolución de este ‘plato’ no ha parado, y en los últimos años, nos encontramos con el auge de las patatas fritas de alta gama, con marcas que apuestan por ingredientes de calidad, procesos artesanales y sabores sofisticados que buscan cautivar a los paladares más exigentes. Desde el uso de trufa negra hasta la elección de aceites premium, estas patatas ofrecen una experiencia sensorial completa, ideal para aquellos que buscan algo más que un simple tentempié en sus momentos de ocio.
Fruto de la colaboración entre Patatas Marinas y Casa Maricruz, esta línea ofrece una experiencia culinaria que fusiona tradición y artesanía, al unir esta marca de patatas con Casa Mari Cruz y lanzar un bol “Marinas Limited Edition”, disponible en su web. El aperitivo está elaborado con patatas de la variedad agria, son seleccionadas meticulosamente desde la siembra hasta la recolección, para después freirse lentamente en sartén hasta lograr una textura extracrujiente. Se aderezan con Flor de sal d'es trenc, extraída de las salinas de Formentera, aportando un toque distintivo. Entre sus variedades encontramos:
El precio de una bolsa de 150 gramos ronda los 2,50 euros, posicionándose como una opción asequible dentro del segmento gourmet.
Desde 1969, Patatas Torres ha sido sinónimo de calidad y tradición en España. Su compromiso con la selección de las mejores materias primas y los procesos artesanales ha dado lugar a una gama de patatas fritas que deleitan a los paladares más exigentes. Entre sus variedades gourmet se encuentran, entre otras:
El precio de una bolsa de 150 gramos oscila entre 3 y 4 euros, reflejando la exclusividad de sus ingredientes.
Originarias de Galicia, las patatas Bonilla a la Vista se han ganado el reconocimiento internacional por su calidad y sabor y, en parte, gracias a Oprah Winfrey, que las ha recomendado como sus favoritas, haciendo que se disparen sus ventas en Estados Unidos. Elaboradas con patatas seleccionadas y fritas en aceite de oliva, ofrecen una textura ligera y crujiente. En este caso no hay variedad de gustos, pero sí de formatos, yendo desde la clásica bolsa a la lata de medio kilo, pasando por distintos packs, e incluso podemos encontrar merchandising disponible para la compra en su página web.
El precio de una lata de 500 gramos ronda los 12 euros, siendo una de las opciones premium más interesantes para los amantes de las patatas fritas.
Desde 1964, Patatas Fritas Sarriegui, con sede en San Sebastián, ha mantenido una producción artesanal que prioriza la calidad. Utilizan patatas de la variedad agria y las fríen en aceite de oliva, logrando un sabor auténtico. Sus variedades son de lo más variopinto, e incluyen:
El precio de una bolsa de 150 gramos es de aproximadamente 2,80 euros, ofreciendo una excelente relación calidad-precio en el segmento gourmet.
Procedentes de Murcia, Patatas Pijo han sabido atraer la atención con sus envases únicos, pero también por su búsqueda de ingredientes de alta calidad y procesos artesanales. Utilizan, una vez más, patatas de la variedad agria y las fríen en aceite de oliva virgen extra, ofreciendo una textura crujiente y un sabor inigualable. Entre sus variedades podemos encontrar:
El precio de una bolsa de 150 gramos es de alrededor de 2 euros, lo que las convierte en una opción gourmet accesible.
Estas cinco marcas destacan en el competitivo mercado gourmet por su dedicación a la calidad y por transformar un producto clásico en una verdadera delicatessen. Ya sea en la versión clásica o con un toque innovador como el de la trufa o el caviar, cada una de estas marcas ha logrado posicionarse como una referencia para quienes valoran la buena mesa. La próxima vez que busques impresionar en una reunión o simplemente darte un capricho, estas patatas fritas gourmet son una elección que garantiza sabor, tradición y calidad en cada bocado.
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