Ciertos alimentos y snacks se han asociado a la experiencia de ver una película, ya que dentro de casa o fuera en pantalla grande, pero las palomitas siempre serán las reinas del cine. Algo que molesta a muchos cinéfilos es el ruido que provocan al comerlas en una sala llena de espectadores, afectando a su experiencia de disfrutar de la película. El chef Dani García ha hecho algo para solventar este problema y ha creado las primeras palomitas silenciosas del mundo.
El malagueño, ganador de tres estrellas Michelin, es el artífice de las ‘Palomutes’, una receta que desarrolló en colaboración con la distribuidora Paramount Pictures para promocionar el estreno de la película ‘Un lugar tranquilo: Día 1’. Esta precuela es el tercer título dentro de una saga cinematográfica de terror que presenta a unas criaturas alienígenas y letales que se guían por los sonidos. Por tanto, mantenerse en absoluto silencio es la única forma de no llamar su atención y seguir con vida. Lupita Nyong’o y Joseph Quinn protagonizan este largometraje ambientado en Nueva York.
García explicó: “Durante muchos años hemos jugado a hacer trampantojos, pero aquí había una cosa fundamental, que era respetar el sabor de la palomita y del maíz”. Además, el chef admitió que crear unas palomitas silenciosas supuso todo un desafío para él: “Llevo 25 años cocinando, pero aún no me acostumbro a tener la suerte de hacer este tipo de retos que te sacan de tu rutina diaria”.
La receta de las ‘Palomutes’ pasa por un moderno proceso de preparación. Primero hay que infusionar palomitas normales en aceite de maíz para multiplicar su sabor por un lado, y hacer un licuado de maíz por otro. Todo se mezcla para emulsionar en un sifón y se usa nitrógeno para darle a la crema la forma de una palomita. El resultado final está frío y cremoso, pero no cruje ni produce un sonido crujiente al comer.
“¿Te imaginas cómo serían las palomitas en un mundo donde no puedes hacer ningún ruido? Yo sí. Tendrían el sabor, tendrían la textura. Parecerían palomitas, pero no sonarían”, dijo el chef en un vídeo promocional. “Si existiera cualquier cocina en esa película, sería la primera en ser devorada. En una cocina no puede haber más ruido”, apuntó con humor.
El inventor estadounidense Charles Cretors fue el creador de la primera máquina para hacer palomitas en 1885. Antes de ese año, lo habitual era hacerlas en casa poniendo el maíz en una tostadora o un cazo, pero el calor no se repartía de manera uniforme, con lo cual algunas palomitas quedaban quemadas y otros granos de maíz no explotaban. Para evitar este problema, Cretors usó aire caliente, de manera que la temperatura subía por igual en todo el recipiente.
Tras solicitar la patente para su obra, presentó la máquina en la Exposición Mundial Colombina de Chicago en 1893. Muchos vendedores ambulantes compraron el invento para vender palomitas en la calle, ya que el maíz era un producto barato y podrían sacar grandes beneficios. Se situaban cerca de las puertas de las salas de cine para vender palomitas de maíz a los espectadores.
Durante la época del cine mudo, la idea de ir a ver una película era solo accesible a las clases altas. Las clases menos pudientes no podían permitirse el coste de las entradas y muchos ciudadanos no sabían leer. La llegada del cine sonoro a Estados Unidos en 1927 y el inicio de la época de la Gran Depresión en 1929 fueron determinantes para la popularización del cine. El abaratamiento de las entradas y el precio asequible de las palomitas de maíz hicieron que comerlas en el cine se pusiera de moda. Sin duda las 'Palomutes' vendrían perfectas para los próximos estrenos, como 'Gladiator II' o 'Wicked'.
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