Si vemos a alguien con los dedos de color naranja, seguramente lo primero que pensaremos es que ha comido Risketos o Doritos. Estos aperitivos clásicos nos manchan momentáneamente con un color muy característico, así que después de comerlos tenemos que echar mano de una servilleta o chuparnos los dedos, que suele ser lo más habitual.
Además, ese color despierta preguntas y recelos. Pero no es ningún secreto. Para saber de qué están hechos estos aperitivos y lo que estamos comiendo cuando los ingerimos, solo hay que leer la etiqueta con detenimiento.
Si leemos la lista de ingredientes podremos ver que se trata de aperitivos elaborados básicamente por maíz, aceite, sal, aromas y colorantes.
Si en la elaboración de estos aperitivos solo se emplearan maíz y aceite, tendrían un color pajizo y un sabor a maíz, como los totopos mexicanos, es decir, los triángulos de maíz que en España solemos llamar “nachos”. Si los Doritos y los Risketos tienen un aspecto y un sabor tan característico es porque en su elaboración se emplean aromas y colorantes.
En ambos casos se trata de aroma de queso. En los Risketos está constituido por aromas (elaborados a partir de derivados lácteos) y glutamato sódico, que es un potenciador del sabor. Por su parte, en los Doritos ese aroma está elaborado a partir de un montón de ingredientes, entre los que se encuentran: algunos alimentos en polvo (suero de leche, queso, tomate, cebolla, suero de mantequilla, ajo), harina de trigo, aromas, sal, cloruro potásico (que cumple un papel parecido al de la sal), glutamato monosódico, proteínas de leche, dextrosa (que es un azúcar) y correctores de acidez, concretamente ácido láctico y ácido cítrico.
Estos productos contienen además otros ingredientes. En los Risketos encontramos un emulgente (monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos), que se utiliza para facilitar la mezcla de ingredientes que son difíciles de combinar (como ocurre, por ejemplo, con el agua y el aceite). Por su parte, los Doritos contienen antioxidantes (ácido ascórbico, extracto de romero, extracto rico en tocoferoles, ácido cítrico), que, como su nombre indica, se utiliza para evitar la oxidación del producto, y más concretamente para evitar el enranciamiento del aceite y el desarrollo de sabores y olores anómalos (a rancio).
El característico color naranja de estos productos se debe simplemente al uso de colorantes. Concretamente, en los Risketos se emplea extracto de pimentón, mientras que en los Doritos se utiliza una combinación de ese ingrediente con otros colorantes, concretamente con bixina de bija (que se obtiene a partir de las semillas de un árbol tropical) y caramelo natural (que se obtiene a partir del calentamiento de azúcares). Es decir, se trata de sustancias que no suponen ninguna preocupación para la salud.
Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, no hay de qué preocuparse. Estos aperitivos están elaborados con ingredientes que son seguros.
El inconveniente lo encontramos en el aspecto nutricional. Como podemos imaginar, se trata de productos que no se pueden clasificar como saludables: contienen una cantidad considerable de sal (en torno a un 1-1,2%), son muy calóricos (100 g aportan unas 500 kcal, que es una cantidad equivalente a la energía que aporta un plato de espaguetis boloñesa) y no aportan nutrientes de interés. Además, solemos acompañarlos de otros productos poco interesantes (por ejemplo, refrescos) y su consumo puede desplazar el de alimentos saludables.
En definitiva, conviene destinarlos a ocasiones puntuales.
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