El sushi no es la única delicia de la gastronomía japonesa que se ha popularizado en todo el mundo. El takoyaki, que encontrarás en muchos restaurantes asiáticos, es una comida que se vende en puestos de comida callejera y en festivales tradicionales en el país del sol naciente. Es un plato compuesto por pequeñas bolas rellenas de pulpo, crujientes por fuera y cremosas por dentro.
Tako significa “pulpo” en japonés y yaki es “a la plancha”. El takoyaki se elabora con una masa compuesta por harina de trigo, huevos, agua y caldo dashi, un caldo de pescado muy popular en la cocina nipona, ya que también se emplea en platos con fideos y en la sopa de miso.
La masa se extiende en una plancha con moldes para formar las pequeñas bolas, que son similares a croquetas y tienen un tamaño similar al de una pelota de golf. También puede llevar otros ingredientes, como cebolla verde, jengibre troceado, algas… Los cocineros introducen pequeños trozos de pulpo en su interior mientras preparan las bolas y las van girando con palillos o un pincho hasta que están listas. Una vez colocadas en un plato, las bolas se pueden cubrir con distintos ingredientes. Entre los más típicos, destacan la mayonesa japonesa, los copos de bonito seco y distintas salsas, como la tonkatsu y la takoyaki.
El takoyaki es típico de la región de Kansai, situada en el centro de la isla principal de Japón, Honshai. Más concretamente, su origen se encuentra en Osaka y se remonta a la primera mitad del siglo XX. La harina de trigo ganó popularidad en la cocina japonesa en esta época, especialmente tras el terremoto de Tokio de 1923, que provocó escasez de alimentos. Muchas personas recurrieron a dicho producto para comer alimentos rebozados.
El primer predecesor del takoyaki fue el choboyaki, nombrado así por la onomatopeya chobo-chobo (gota a gota). Se elaboraba con una masa a base de harina de trigo, que se colocaba sobre una plancha metálica con hendiduras semicirculares. Mientras se cocinaba, se añadían konjac, jengibre, guisantes, salsa de soja…
Endo Tomekichi, nacido en 1907, fue el inventor del takoyaki. El éxito que logró con este alimento le permitió pasar de ser un vendedor ambulante a abrir su propio establecimiento, Aizuya, en el barrio de Nishinari en Osaka. Antes de tener este negocio, ofrecía choboyaki y radioyaki en su carrito en la ciudad japonesa en 1933.
El radioyaki consistía en unas bolas de harina cuyo interior estaba relleno por diversos ingredientes, como trozos de konjac, carne de ternera o judías. La explicación de su nombre se debe a que las radios eran una de las grandes novedades de la época y llamaban la atención del público. Además, la forma de las bolitas recordaba a los mandos de dichos aparatos.
En aquella época en Akashi, una ciudad al oeste de Osaka, se vendía una comida llamada akashiyaki, que era un trozo de pulpo hervido con un rebozado de huevo y acompañado de un caldo en el que se mojaba. Un cliente de Endo Tomekichi señaló que en Osaka solían usar carne como relleno y le contó que en Akashi preferían el pulpo. En 1935, el vendedor empezó a experimentar con este alimento y lo incluyó dentro de su masa de harina de trigo para darle un nuevo sabor. Además, se le ocurrió disolver la harina en un caldo con sabor a salsa de soja.
Así surgió el takoyaki, que acabó convirtiéndose en una de las especialidades culinarias más famosas de Osaka. La web oficial de Aizuya explica que el takoyaki se suele tomar en la actualidad con salsas, pero en su origen fue concebido como un producto para comer frío y sin mancharse las manos.
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