¿Qué estoy comiendo cuando como un regaliz con pica pica?

  • No siempre es fácil conocer los ingredientes de productos como las chucherías

  • Sobre todo porque suelen venderse a granel, sin etiqueta. ¿Estamos comiendo algo indeseable o peligroso?

  • ¿Qué ingredientes encontramos en un regaliz con pica pica?

Los regalices rojos con pica pica no crecen en los árboles. Tampoco nacen en los quioscos, aunque pueda parecerlo porque es aquí donde solemos encontrarlos. Como se venden a granel, sin etiqueta, no solemos tener mucha idea sobre su composición. Así que parece haber todo un misterio detrás de esos vistosos colores, de su textura gomosa y de ese sabor agridulce tan característico.  

Es importante leer la lista de ingredientes 

Para saber de qué están hechos estas chuches podemos comprarlos envasados para leer su etiquetado, o bien, podemos consultarlo a través de internet. En él debe incluirse obligatoriamente la lista de ingredientes, que se muestran en orden, según la cantidad en la que se encuentran. Es decir, si vemos que el primer ingrediente es el azúcar, significa que es el mayoritario. Así podremos tener una idea aproximada de la importancia de cada uno de ellos.

¿Para qué se utiliza cada ingrediente? 

La formulación de estos productos se diseña en función del resultado que se quiera obtener, de modo que el fabricante elige determinados ingredientes para conseguir que el producto tenga unas características concretas relacionadas con el aspecto, el aroma, el sabor y la textura. Así pues, la presencia de cada ingrediente está justificada por la función que desempeña.  

A grandes rasgos, los regalices con pica pica están compuestos fundamentalmente por azúcares, almidones, gelatina, aromas y colorantes. Concretamente, solemos encontrar lo siguiente: 

  • Azúcar y jarabes: se emplea azúcar común (sacarosa) y jarabes de diferentes azúcares, es decir, mezclas espesas de agua con azúcares, como glucosa y fructosa. Como podemos imaginar, estos ingredientes se utilizan para aportar sabor dulce. Pero no solo eso. También aportan volumen y contribuyen a la textura de estos chuches, ayudando a mantener su integridad y a retener humedad. 
  • Almidones y harinas, como los de maíz, patata o trigo: se utilizan porque son espesantes, así que aportan consistencia a la estructura de las chuches. Además, ayudan a mantener la humedad. 
  • Gelatina: se utiliza para aportar una textura gomosa. 
  • Jarabe de sorbitol y glicerina: también se utilizan para mejorar la textura, sobre todo porque cumplen la función de mantener la humedad, evitando así que el producto se seque y se endurezca. 
  • Grasa de palma: solo se emplea en algunos productos, donde cumple la función de mejorar la textura y la consistencia, aportando una sensación untuosa en la boca cuando los comemos. 
  • Emulgentes, como los monoglicéridos y glicéridos de ácidos grasos, que ayudan a mezclar ingredientes que normalmente no se combinan bien, tal y como ocurre con el agua y las grasas. Así se puede obtener una mezcla homogénea. 
  • Correctores de acidez, como los citratos de potasio o el lactato de sodio, que, como su nombre indica, ayudan a regular la acidez para así poder estabilizar los ingredientes y mejorar la vida útil del producto. 
  • Aromas: normalmente se utilizan diferentes aromas para aportar olor y sabor a estas chucherías. Con este fin se utilizan también los concentrados de frutas y plantas (por ejemplo, grosella, naranja, limón, etc.).  
  • Colorantes: en los regalices el color rojo se consigue generalmente añadiendo ácido carmínico, que es un pigmento de origen natural. 

¿Cómo se consigue el sabor a pica pica? 

Esta es una de las preguntas más habituales cuando hablamos de este tipo de chucherías. El sabor tan particular del pica pica se logra principalmente a base de acidulantes, como ácido cítrico, ácido málico o ácido láctico. Generalmente, estos se combinan con otros ingredientes, como azúcar, para aportar una nota dulce, y sal, para potenciar el sabor. Así se logra ese característico sabor agridulce, donde se combinan el ácido, el dulce y el salado. 

¿Y qué pasa con los nutrientes? 

Como acabamos de ver, estas chucherías no contienen ingredientes tóxicos ni peligrosos, así que eso no debe suponer una preocupación. El principal problema lo encontramos en el aspecto nutricional. Si nos fijamos en la etiqueta y más concretamente en la información nutricional que debe mostrarse obligatoriamente, veremos que este tipo de productos aporta básicamente azúcares (entre un 50 y un 75%). Es lógico, si pensamos que la mayor parte del producto está compuesto por azúcar. Por eso conviene destinarlos a un consumo puntual. 

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