La llegada del otoño trae consigo una serie de cambios que pueden afectar tanto a nuestro estado de ánimo como a nuestra salud física. Las variaciones en la luz solar, la bajada de las temperaturas y el ajuste a una nueva rutina después del verano pueden contribuir a un sentimiento general de abatimiento conocido como trastorno afectivo estacional.
Sin embargo, la alimentación juega un papel crucial en cómo nos sentimos durante este cambio de estación. Te contamos cómo ciertos alimentos pueden influir en tu estado de ánimo y qué debes consumir para mantenerte equilibrado y positivo.
La nutrición y el estado de ánimo están estrechamente relacionados a través de varios mecanismos biológicos y químicos. Una dieta equilibrada proporciona los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. Vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales son fundamentales para mantener la salud y la capacidad cognitiva, ya que la deficiencia de estos nutrientes puede afectar negativamente la producción de neurotransmisores, las sustancias químicas encargadas de transmitir señales entre las células nerviosas, lo que puede tener cierto impacto en nuestra estabilidad emocional.
En este sentido, uno de los descubrimientos más interesantes en la relación entre alimentación y estado de ánimo es el llamado "eje intestino-cerebro". Nuestro intestino está poblado por billones de microorganismos beneficiosos que forman parte de la microbiota intestinal. Esta microbiota juega un papel clave en la producción de neurotransmisores de los que hablábamos, como es el caso de la serotonina, la llamada "hormona de la felicidad". Una dieta pobre en fibra y rica en azúcares y grasas saturadas puede alterar la composición de la microbiota, afectando negativamente a nuestra salud mental y emocional.
Por otro lado, existen ciertos alimentos pueden tener un efecto negativo sobre el estado de ánimo. El consumo excesivo de azúcares refinados y grasas saturadas puede causar picos y caídas en los niveles de glucosa en sangre, lo que genera irritabilidad, fatiga y cambios de humor. Además, los alimentos ultraprocesados, ricos en aditivos y conservantes, pueden promover la inflamación y afectar negativamente tanto a la salud cerebral, como a la emocional.
Además de ajustar la dieta, existen otras estrategias que pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo durante el otoño:
La alimentación tiene un impacto profundo en nuestro estado de ánimo, especialmente durante los meses de otoño cuando las condiciones ambientales pueden afectar nuestro bienestar emocional. Optar por una dieta rica en nutrientes esenciales, como el triptófano, los ácidos grasos Omega-3 y los probióticos, puede ayudar a mantener un estado de ánimo positivo y equilibrado.
En el extremo opuesto de la balanza estarían los alimentos ultraprocesados y ricos en azúcares refinados, ya que evitarlos en la medida de lo posible es igualmente importante para prevenir fluctuaciones emocionales. Por supuesto, no solo es lo que se come, sino también lo que se hace. Por eso, complementar una buena alimentación con ejercicio regular, exposición al sol y técnicas de relajación puede optimizar aún más tu bienestar con la llegada de esta estación y durante el otoño.
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