¿Cuántas veces has oído que el plátano engorda mucho o que tomar más de dos huevos a la semana es una absoluta locura? En nutrición, como en la vida, los consejos van cambiando y es que nada queda ya de esas dietas pleistocenas para bajar peso súper restrictivas y con muchos alimentos poco saludables. En la era del ‘realfooding’, es decir, de la comida real, de esa de antaño, previa a los ultraprocesados, hacemos un repaso por todas esas recomendaciones que se han ido quedando obsoletas a medida que han ido pasando los años, pero que nos han dejado totalmente descolocados. 

Su mala fama estaba relacionada con su alta cantidad de colesterol, sin embargo, varios estudios comprobaron que a más consumo de este alimento no se incrementaba el riesgo cardiovascular y, por otro lado, que el colesterol de la dieta no es el factor más relevante para controlar el que tenemos en sangre. Con estos dos avances su percepción ha cambiado, se considera que se puede comer hasta uno diario y está en el top de alimentos saludables. 

Han sido el claro ejemplo de que durante años hemos tenido verdadera fobia a las grasas. Han sido considerados como alimentos que aumentaban el peso de aquellos que lo tomaban y, aunque es cierto que tienen un alto valor energético, gran parte de las grasas que tienen son saludables. Fue precisamente a partir de 2017cunaod un estudio del European Journal of Nutrition desterró el mito de que los frutos secos engordan y que, además, contienen omega 3 que tiene efectos cardioprotectores.

Ha sido la bebida de la discordia. Se ha asociado con problemas intestinales, con migrañas y riesgo cardiovascular, por eso para muchos pacientes estaba totalmente desaconsejado. Ahora se le ven más bondades que defectos y es que en 2017 Annals of Internal Medicine publicó un estudio que daría un cambio radical a su concepción. Demostró que beber tres tazas de café al día no era perjudicial, pero es que, además, quienes tomaban una diaria tenían un menor riesgo de mortalidad. 

Alta en contenido graso y con grasas de mala calidad, esa ha sido la carta de presentación de este animal durante décadas. Sin embargo, un corte magro de carne de cerdo tiene más proteínas y menos grasas que el pollo o el pavo. Además, dada la mejora en los controles de calidad, la alimentación de los cerdos ha mejorado exponencialmente en los últimos años y hoy su carne es más rica en grasas buenas que en grasas de mala calidad nutricional.

¿Nunca has oído eso de que el marisco tiene demasiado colesterol y su ácido úrico puede causarte gota? Pues bien, no es tan malo, es más, en los últimos años los dietistas lo recomiendan a diestro y siniestro en las pautas alimentarias para adelgazar. Estos alimentos son pobres en calorías, ricos en proteínas y el colesterol que contienen se concentra en la cabeza.