Os recomiendo encarecidamente que veáis en nuestras únicas dehesas, tanto en Castilla y León, Extremadura o Andalucía la montanera que tiene lugar por estas fechas.
Es ese mágico momento en el que los cerdos ibéricos de bellota, en absoluta libertad se atiborran de este fruto y de las flores aromáticas de este hábitat singularísimo que solo podemos encontrar en España. Engordan a un ritmo de un kilo por día hasta que llega el momento de su sacrificio en el mes de Enero que es cuando tradicionalmente se han llevado a cabo las matanzas aprovechando el frio que contribuye al mantenimiento de las carnes y el embutido emanado de este noble animal.
La experiencia ha sido posible gracias Castro y González, auténticos artesanos del mejor jamón que velan por la tradición heredada de varias generaciones a la hora de salar, secar y curar los jamones y los embutidos. En este reportaje os invito a sumergiros en el mágico momento de la montanera, clave a la hora de elaborar los mejores jamones, los ibéricos puros de bellota, una fuente nutricional de primer orden gracias, entre otras muchas razones, al benefactor ácido oleico derivado de las bellotas y los antioxidantes que se encuentra, en las plantas, hierbas y flores de esas majestuosas dehesas.