Alberto Chicote ha estrenado una nueva propuesta gastronómica. Después de abandonar a finales de 2020 la dirección de Yakitoro, un proyecto nacido en 2014 en el que combinaba la tradición de las tabernas japonesas con la gastronomía española, el popular presentador de televisión y su mujer y socia, Inmaculada Núñez, han inaugurado un nuevo establecimiento: Omeraki. 

Ubicado en Madrid, en el corazón del exclusivo barrio de Salamanca y a escasos kilómetros del famoso WiZink Center, Omeraki es un local de fusión que gira alrededor de la cultura oriental, pero que no tiene nada que ver con Yakitoro. 

A nivel decorativo, este nuevo espacio gastronómico, que abrió sus puertas el pasado mes de junio tras varios meses de retraso por culpa de las obras, apuesta por un estilo moderno, de aires nórdicos y espacios amplios y diáfanos. 

Nada más entrar, los comensales son recibidos por una extensa biblioteca de madera con una variada colección de libros de corte gastronómico que conecta directamente con la sala del restaurante. 

Dentro, hay dos cocinas a la vista: una se sitúa al fondo, y la otra, desde la que el propio Chicote oficiará cuando sus compromisos televisivos así se lo permitan, se alza en el centro de la sala y sirve como eje gravitacional para las mesas, que se dispersan a su alrededor. La sala, muy acogedora y luminosa, cuenta con unos tragaluces gigantescos y unos techos muy altos, de los que cuelgan alrededor de 1.400 cubos de madera a modo de decoración. 

A nivel gastronómico, Omeraki no decepciona. Aunque en los últimos años a Chicote se le conozca más por su faceta televisiva que por su trabajo como chef, el presentador es uno de los cocineros más destacados de la cocina fusión de nuestro país, y en este nuevo restaurante ha vuelto a demostrar sus dotes culinarias. 

En Omeraki no hay carta, sino que ofrece dos menús degustación de diferente extensión: el Festival, por un precio de 79 euros, y el Homenaje, por un precio de 98 euros. Estos menús incluyen propuestas muy cosmopolitas inspiradas en la gastronomía japonesa y del sudeste asiático y, en menor medida, en la cocina española de vanguardia, y aunque son cerrados, se pueden adaptar a las preferencias y gustos de los clientes. 

Tal y como señala su propia página web, en Omeraki se apuesta por una cocina “libre y sin límites”. Dentro de los menús, algunos de los platos más destacados son el gazpacho de verduras asadas con sorbete picante de fresas, los tomates semisecos con caballa, el taco de atún caramelizado, la lasaña con sabor a mar, el vacío de buey wagyu macerado, marcado a la brasa y aliñado con chimichurri y pimienta sansho, el sudado de rodaballo, el bogavante estilo chili crab o la pechuga de pollo acompañada por una albóndiga rellena de cacao, entre otros.

El restaurante también cuenta con una carta de vinos con propuestas nacionales e internacionales y con una modesta oferta de postres, de entre los que sobresale la torta de tapioca. A través de la página web del restaurante, los interesados podrán hacer su reserva para probar las nuevas creaciones del chef y de su jefe de cocina, Jesús Almagro. ¿Te animas a probarlo?