Sergi Arola fue uno de los chefs pioneros de la cocina de vanguardia en España y el mundo, además llegó a ostentar dos estrellas Michelin. Ahora vive felizmente casado en Chile, pero… ¿cómo llegó hasta allí? De fuerte personalidad y carácter, en la cocina es uno de los mejores, por eso Sergi Arola se ha convertido en uno de los flamantes jurados del programa "El Discípulo del Chef", en Chilevisión.

En la actualidad tiene 54 años y su carrera profesional es un vaivén entre los mejores restaurantes de Europa y las cámaras de televisión y ha logrado que sus platos y recetas se destaquen entre las mejores del mundo. Sus primeros pasos en los fogones los dio a los 12 años, gracias a la influencia de su abuelo. Realizó sus estudios en la Escuela de Hotelería y Restauración de Barcelona y su primera experiencia profesional como cocinero fue en el restaurante L’Aram, ubicado en Barcelona. Desde aquel momento, su carrera no hizo más que ascender y cosechar reconocimientos. 

En 1995 se incorporó al Talaia Mar, del igualmente reconocido chef español Ferran Adriá, uno de sus maestros y mentores. Un par de años más tarde, en 1997, llegó el momento que instalaría a Sergi Arola como uno de los mejores cocineros de España, cuando abrió en Madrid La Broche, un restaurante que aún hoy sigue estando a su cargo, y gracias al cual consiguió su primera estrella Michelin. En 2002 fue premiado con una segunda Michelin y en 2003 inauguró una filial de La Borche en Miami. 

El espíritu emprendedor de Sergi Arola, junto a su creatividad y meticulosidad a la hora de seleccionar la calidad de las materias primas que utiliza en todos sus platos, llevaron a este chef a incursionar en diferentes experiencias de prestigio, tales como estar a cargo del restaurante del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o del exclusivo espacio gastronómico del Hotel Artes del Puerto Olímpico de Barcelona, así como armar los menús de importantes hoteles de la Rivera Maya, en México. 

Sin duda alguna, el reconocimiento y el éxito de Sergi Arola se basan en la calidad y particularidad de sus platos. Su cocina se caracteriza por fusionar sabores y texturas que provienen tanto de la gastronomía catalana clásica, así como de influencias mediterráneas, incluyendo como un toque personal el curry como especia y el tomate como verdura que nunca puede faltar, así como el bacalao salado o las sardinas. 

En 2009 le invitaron a hacerse cargo del restaurante Arola en el hotel Ritz-Carlton en Chile. Se enamoró del lugar desde la primera vez que vio la cordillera desde el avión. Pero no solo se enamoró del país, Sergi conoció a su actual mujer en un curso de cocina que el español impartía en la escuela de cocina Kitchen Club. "Tuvimos muy buena onda esa noche, pero absolutamente de amigos. Hablamos de música, de tocar la guitarra, de motos, una de las pasiones que compartimos" aseguraba el propio Sergi en una entrevista en la revista ¡HOLA!

Tras las clases, ella le invitó a una concentración benéfica de moteros, afición que comparten, que fue el punto de partida de una intensa historia de amor. "Entonces nos conocimos un poco más y no nos separamos. No hubo que darle vueltas: era ella, mi alma gemela", señaló el chef español. Aunque la pandemia les pillo en países diferentes, el amor pudo con todo y pasaron por vicarías en diciembre de 2020. 

A raíz de su nuevo matrimonio, Arola decidió quedarse en Chile, donde se ha convertido en jurado del prestigioso programa de cocina amateur "El Discípulo del Chef", producido por Chilevisión. El reality show acumula más de un millón de espectadores y cuenta con una cuota de pantalla del 10,3%. Y es de ahí desde donde el cocinero catalán sigue creciendo.

Su familia es su máximo tesoro. Para Sergi Arola sus dos hijas tienen un rol clave en su vida y aprovecha al máximo los momentos que pasa con ellas. Carla y Ginevra, fruto de su relación con la que ya es su exmujer, Sara Fort, son las mujeres de su vida y su principal motivo de vivir.